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"Dos meses con la calle cortada"

El motivo que me lleva a escribir esta carta es el problema que nos está causando la construcción de una torre hotel sobre calle Valdivia al 800 de la ciudad de Neuquén.

Hace 38 años, en 1971, por la dificultad de conseguir viviendas en Neuquén se formó una cooperativa denominada "Alfa", integrada por profesionales entre los que se encontraba mi marido. Éramos jóvenes y no todos con dinero, pero con muchas esperanzas. Los terrenos fueron comprados a la Municipalidad de Neuquén y con mucho esfuerzo se construyó de a poco lo que es hoy el barrio, con una pequeña plazoleta. La construcción de las viviendas se encontraba sujeta a distintas restricciones que debíamos cumplir. En ese tiempo había que ser muy visionario para elegir este lugar de arena, cardos y bardas; ni hablar de lo que sufrimos en los días de viento.

Han pasado muchos años y todos hemos criado a nuestros hijos. El progreso avanza ineludiblemente y por derecho de vida las casas y los terrenos nos van quedando grandes y por lo mismo son vendidos.

Las torres se imponen, pero los que se incorporan al barrio no deberían ingresar con la prepotencia con que lo están haciendo (cortando calles, impidiendo el acceso a los transeúntes en las veredas, etcétera), ya que existen autoridades designadas para ejercer el control necesario para que nuestras normas de convivencia sean respetadas en la forma indicada.

Me siento molesta y como simple ama de casa y contribuyente que paga todos sus impuestos pregunto: ¿puedo por mi propia voluntad, sin autorización municipal y por tiempo indeterminado, cortar en beneficio de mi obra particular una calle pública por la que todos los vecinos transitan? ¿Puedo hacerlo? Estoy segura de que no.

Esto es lo que ha hecho esta empresa por más de dos meses y sin posibilidad de liberación; solamente abre el paso cuando ingresan sus camiones y vuelve a cerrarlo, como si fuera dueña de la calle, cosa que sería bueno saber si es.

A mis preguntas a los encargados de la obra se ha contestado que todo esto se debe a la necesidad de impedir derrumbes y deslizamientos. Pero a un año del comienzo de la obra me sigo preguntando: los profesionales que la dirigen, ¿no pudieron prever este problema?

Se ha excavado a una profundidad de 4 ó 5 metros en toda la superficie del terreno hasta la línea perimetral del mismo y recién están haciendo, en parte, un muro de contención. Luego de este tiempo de espera con el pozo descripto, ruego para que no llueva en cantidad y para que no tengamos una desgracia en caso de ocurra un aluvión.

Soy neófita en el tema, pero mi sentido común me dice que el peligro está y nadie lo soluciona. Sé de mis derechos y obligaciones y por lo mismo le reclamo al funcionario responsable que en la balanza de la Justicia seamos todos iguales. Y dado que las leyes están para cumplirlas, que a quien no lo haga se lo sancione y se le demande su cumplimiento.

Élida Reneé Soteyro

LC 3.833.641

Neuquén



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