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"Le mataron la vida"

En su rostro se observaba el dolor más grande que puede experimentar un hombre, un ser humano: la muerte de un hijo. En este caso se potencia aún más porque fue producida por un claro asesino o asesinos adolescentes que, ocultos en la oscuridad de la noche y en las leyes que los protegen, hacen del sentimiento y de la vida humana un juego macabro. Desprecian la vida y a la sociedad en general con hechos penados por la ley, ley que en definitiva, a través de los que tienen que hacerla cumplir, no es aplicada con el rigor que estas acciones ameritan.

Con un poco de bronca escribo estos pensamiento, impotencia tal vez al ver que en los altos tribunales, foros, se discute si se encarcela a un menor o no, mientras tanto seguimos perdiendo hijos, abuelos, padres, vecinos, ciudadanos a manos de delincuentes menores o mayores.

No quiero discutir con los especialistas en psicología, sociología o derechos humanos porque en éste y otros casos no han salido a hablar de las víctimas ni de los familiares. Se preocupan por la despenalización de la droga, para que el precio baje y el consumo sea legal.

¿Qué opinión tienen los especialistas en materia penal y aquellos que la aplican sobre la destrucción de familias a manos de chacales de la vida humana? ¿El Estado a través del mandato soberano de los ciudadanos, con los dispositivos legales que posee y el recurso humano ilustrado y calificado, no resuelve este flagelo de muertes absurdas?

¡Es falta de coraje o se pierde en algún plano! ¡Votos!, o las decisiones políticas en este campo se dejan en el fondo de las papeleras porque no dan réditos. Mientras estas inacciones estén presentes los habitantes seguiremos perdiendo hijos, padres, abuelos y familiares con frecuencia y, lo que es peor, la destrucción de familias completas por la inoperancia de los que deben resolver éstas y otras cuestiones en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Es habitual ver a los familiares de la víctimas pedir justicia por los medios de comunicación. Éstos se han transformado en hilo conductor de todos los reclamos de la sociedad porque el Estado se encuentra en actitud de letargo, al igual que todas las organizaciones de referencia.

Cuando esta sensación se transforma en realidad, es muy peligroso, quiere decir que las organizaciones mafiosas están ganando la batalla.

El poder político se encuentra aturdido, sin encontrar las soluciones pertinentes. Esta actitud es caldo de cultivo para las organizaciones en cuestión. Los poderes Legislativo y Judicial son los más criticados por la sociedad. La presidenta de la Nación ha cuestionado tal actitud. "La policía detiene y los jueces liberan", esto es lo que piensa la sociedad en su conjunto.

El padre de una de las víctimas de Cipolletti dijo: "Le mataron la vida a mi hijo". ¡Señores, nos están matando a todos, a la sociedad argentina!

Miguel Ángel Henríquez

DNI 10.868.858

Neuquén



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