Cuando me decidí a escribir sobre la señora Lita, pensé en adjetivos para describirla. Las palabras me resultaban vacías, ausentes de contenido.

¿Qué es lo que hace que algunas personas sean diferentes?

Que actúen como piensan. Lita predicó la doctrina cristiana y también la practicó. Siempre estuvo colaborando con los más necesitados, plenamente, sin límites, siempre brindando Amor, con mayúscula.

Un día me comentó: "A mí no me molesta pasar la vida ayudando a los desposeídos".

Así vivió, comprometida, sin fronteras. Ahora resolvió el misterio de la vida: ya está junto a Dios.

Hace tiempo, el padre Luis me dijo: "Jesús sabe por qué nos ha traído a este lugar". Tenía razón, me trajo aquí para conocer a la señora Lita, disfrutar de su personalidad y estar junto a ella.

PD: Si en su pueblo hay una señora Lita, por favor disfrútela y, si puede, dele una mano.

Benito Salinger

LE 4.836.427 - Allen