En virtud de las nuevas expresiones públicas del Sr. intendente municipal, Carlos Soria, contra la existencia, normalización y regularización de las juntas vecinales, es necesario expresar mi más profundo desacuerdo con lo que considero un nuevo ataque a las instituciones de la democracia.

Las juntas vecinales tienen su razón de ser desde la necesidad de reafirmar la democracia entre la población, en un espacio que permita la participación de los ciudadanos en todos los temas que hacen a la realidad de su barrio, en el compromiso que los vecinos tienen con su entorno inmediato y en consecuencia con su localidad, en la posibilidad clara y concreta de transmitir y proponer problemas y soluciones territoriales.

Negarse a conformar las juntas vecinales tiene un claro posicionamiento antidemocrático, autoritario y soberbio, además demuestra claramente el temor del Sr. intendente a encontrarse con expresiones no contaminadas de politiquería de punteros barriales (cómo él denomina a los que expresan ideas o posturas contrarias a su pensamiento), en síntesis, con el vecino del barrio.

Sin lugar a dudas la postura de Soria expone, de cara a la sociedad, el desconocimiento de las leyes, Carta Orgánica municipal, solamente por conveniencia política. Hoy son las juntas vecinales, ¿mañana será en el Concejo Deliberante?

Como si fuera poco, el municipio mantiene la Dirección de Juntas Vecinales, con presupuesto propio, lo que me lleva a la reflexión de que en General Roca existen cargos políticos pagados por todos nosotros, ¿para qué?

Con respecto a que no ha sido notificado por la Justicia del mandamus presentado por varios vecinos autoconvocados (a los cuales felicito por el compromiso con la vida institucional de nuestra ciudad), me voy a permitir dudar de ello, razones sobran para no creerle.

El Concejo Deliberante debería volver a tratar de manera urgente este tema, por la gravedad institucional que ello acarrea a la democracia.

Carlos Tolosa

Docente

Roca