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"No esperemos la tragedia"

En las primeras horas de la tarde del pasado domingo hubo una intensa actividad en el espacio aéreo cercano del Aeropuerto Internacional de la ciudad de Neuquén. Quienes vivimos en las cercanías del corredor de aproximación a la estación aérea, tuvimos oportunidad de observar las maniobras reiteradas de aviones que presuntamente debían aterrizar allí. Tanto movimiento llamó la atención, haciendo elaborar varias hipótesis.

Como no hubo en las horas siguientes ningún comunicado oficial de autoridad competente informando de la situación tan particular, todo quedó en el terreno de las suposiciones. Pero el día lunes, a través de vías extraoficiales, se supo que las maniobras que llamaron la atención no fueron producidas por varios aviones sino por uno sólo, un boeing 737 de Aerolíneas Argentinas, y que las mismas no se debían a ninguna situación de emergencia sino a prácticas de instrucción a jóvenes pilotos. Como el instructor aparentemente es de Neuquén eligió este aeropuerto para realizar el adiestramiento, aprovechando -según dijeron- que el domingo por la tarde no hay tráfico aéreo regular.

Desde la lógica del instructor, el momento y el escenario de la práctica no debe haber sido mejor; y seguramente para los jóvenes pilotos, las enseñanzas recibidas deben haber reunido todos los requisitos para ser enriquecedoras en cuanto a formación y experiencia.

Pero, ¿quién pensó en los habitantes de la ciudad que viven en los alrededores del aeropuerto?? Seguramente nadie, porque al menos podrían haber hecho alguna comunicación previa por los medios, para estar al tanto del inusual movimiento y no sufrir en una tarde dominguera que también para ellos debía ser tranquila y apta para el descanso.

Pero más allá de esta movida siesta dominical, lo ocurrido debe fortalecer la inquietud de muchos habitantes de la ciudad de Neuquén por el peligro permanente que representa el Aeropuerto Internacional "Presidente Perón", rodeado de miles de habitantes y con escasos corredores de emergencia sin gente establecida.

Es un tema denso, pesado, estructural, como para desarrollarlo en un espacio como éste. Pero quiero aprovechar la oportunidad para dejarlo planteado porque pretendo que con tiempo e inteligencia empecemos a ocuparnos de la reubicación de este aeropuerto. Cuando el primer "campo de aviación" se instaló en Colonia Valentina, su actual emplazamiento, en los alrededores solamente había chacras y terrenos baldíos, con muy escasa población. Hoy los barrios han avanzado sobre las unidades productivas y han rodeado al aeropuerto.

La reubicación es cara; seguramente costará varias decenas de millones de dólares. Pero las consecuencias de cualquier despiste o accidente de un avión seguramente traerá costos mayores. No esperemos la tragedia para ocuparnos de este tema. ¡Curémonos en salud, por favor?!

Ricardo Villar

DNI 8.377.070 - Neuquén



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