Te marchaste en silencio, te fumaste un cigarrillo, seguramente te cebaste un rico mate amargo, de esos que compartimos tantas tardes durante nuestra adolescencia. Sé que fue tu decisión, la que bajo ningún concepto te puedo reprochar, sólo vos amigo sabías cómo lo estabas pasando, nosotros estuvimos cerca? claro que de afuera y de a momentos, tal vez debimos estar? no tan de afuera y tal vez no sólo unos momentos. Jamás imaginé este día, jamás imaginé despedirte, imaginaba más asados como los que compartimos en tu quincho, más risas, más truco, más vino? un poco más de vida compartida.

He perdido a otro ser muy querido, esa noche estabas ahí, por supuesto. Mi dolor no cabía en mi corazón, me abrazaste, me apretaste tan fuerte que por segundos ese dolor te lo cargaste vos como para ayudarme a soportarlo. Hoy vuelvo a tener un dolor inmenso en mi corazón, los amigos de ese grupete de asados nos abrazamos unos con otros, pero no nos alcanzó, claro? a todos nos pasaba lo mismo, no podíamos cargar con el dolor del otro.

Wilson, amigo de mi barrio, del picadito en la calle, de las primeras salidas, de las primeras borracheras, nuestras raíces, esas que echamos a partir de cuando comenzamos a caminar por la vida están entrelazadas, estoy seguro de que en otro momento, en otro lugar, en fin, cuando Dios lo disponga, nos vamos a volver a encontrar? yo no te voy a olvidar.

Un beso grande.

Fredy Villegas

DNI 17.395.132

Neuquén