El sábado 27 de diciembre pasado fui desagradablemente sorprendida por un ladrón que robó mi cartera con dinero, teléfono y tarjetas, entre otros objetos personales. Traté de buscar tranquilidad y resignación pensando que la situación podría haber sido peor, ya que "gracias a Dios" no fui golpeada ni resulté con ningún tipo de lesiones físicas. Al llegar al domicilio de mis padres comento lo sucedido y mi abuela, quien es una mujercita de profunda fe me dijo: "No te preocupes, tus cosas van a aparecer... yo le voy a rezar a San Antonio..." ¿Qué pensé yo? Me atrevo a suponer que lo mismo que usted... sin embargo... gratamente nos equivocamos... El domingo siguiente, por la mañana, un hombre joven en una camioneta color rojo o similar recorría el barrio donde viven mis padres en busca de la dueña de una cartera que encontró entre escombros cerca del Parque Industrial de la ciudad de Cipolletti. Resultó ser la cartera que me fuera robada, con los elementos que contenía, salvo el dinero y el teléfono celular, por supuesto. Cuando veo a mi "abu" le pregunto antes de contarle la buena nueva: "¿Y abue... rezaste para que aparezcan mis cosas?", contestándome totalmente convencida: "Claro hijita... van a aparecer pero hay que tener un poco de paciencia...".

Quisiera por este medio agradecer enormemente la generosidad con mayúsculas de ese hombre, de quien no sé siquiera su nombre, que "perdió" parte de su tiempo tratando de ubicarme y que desinteresadamente restituyó mis objetos. En lo personal, este gesto de bondad ha significado mucho para mí. No quiero dejar de expresar que sigamos creyendo en el hombre a pesar de todo y en Dios sobre todo. Gracias, feliz 2009.

Viviana A. Rapari

DNI 22.700.494 - Neuquén