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Un 12 de noviembre...

Queremos agradecer con todo nuestro corazón a quienes estuvieron con nuestro Carlitos, el oficial ayudante herido de bala en el cuello que milagrosamente salvó su vida. Díganlo como quieran... que tenía un Dios aparte, que fue un milagro, que nació de nuevo... lo bueno es que está con nosotros.

En primer lugar, queremos agradecer el espacio y el interés de este diario y del programa Informe Diario de Teledigital por decir lo que realmente sucedió en la noche del miércoles 12 de noviembre de 2008 aproximadamente a las 21:30 en el barrio Confluencia.

También queremos agradecer a todos sus compañeros de trabajo de la Policía del Neuquén, comenzando por quien le salvó la vida al actuar rápidamente, por su actitud y determinación: el sargento Lezcano. Muchas gracias a los compañeros de las comisarías de las zonas Sur y Oeste, a Bomberos, al Comando Radioeléctrico, a la Comisaría 1ª y en especial al destacamento Santa Genoveva y a la comisaría Confluencia. Muchas gracias a todos, porque en ningún momento dejaron de estar, preguntar y solidarizarse con su camarada y su familia.

Agradecemos a sus compañeros que de distintas partes de la provincia vinieron a verlo y a los policías retirados que sin conocerlo se interesaron por su salud; al gobernador Jorge Sapag, por su visita y preocupación; a la vicegobernadora Ana Pechen, al ministro Pérez y al jefe de Policía de la provincia, el comisario general Juan Carlos Lepén. Muchas gracias al comisario mayor Elgueta, al comisario mayor Darío Yepes, al comisario inspector Lucero y al comisario Daniel Berges, que hasta el día de hoy están ante cualquier eventualidad y contamos con su apoyo.

Muchas gracias por su inquietud a los concejales del bloque del MPN, a Julio Ocampo y a Marcelo Bermúdez, del Recrear, por acercarse a Terapia en un primer momento; a los señores Almendra y Almaza, de la Mutual Policial, por su entereza diaria; a las chicas de Acción Social de la Policía (Lic. Irene Pérez y Nancy Nehele); a todas las personas que sufrían pero nos daban palabras de aliento, fuerza y esperanza; a todos los que donaron sangre; a la familia, los amigos, los vecinos y los desconocidos y a todos los que le enviaron cartas a Carlitos. Un agradecimiento especial al director del Policlínico Neuquén, doctor Lorandi; a las enfermeras y enfermeros del área de Terapia y al cuerpo de doctores que lo operaron con tanto éxito -doctores Obligado, Penico y otros... perdón por no recordar los apellidos-; llegue el reconocimiento más grande del mundo para ellos.

Mil gracias y perdón si nos olvidamos de alguien; es que fueron tantas las personas, que nunca nos sentimos solos.

Padres, hermanos, esposa e hijos del oficial ayudante

Roberto Carlos Paredes

Neuquén



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