Gracias, señor Juan Carlos Lepén, jefe de la Policía del Neuquén, por no quitarle el pan de la boca a mi hijo y el sueño de un estudio. Jamás me olvidaré de usted.

Quería contarle, porque creo que no lo sabe, lo que sucedió con el agente Arancena, mi marido: él sufrió la pérdida de un miembro en un enfrentamiento con delincuentes cuando venía de franco de Cutral Co a hacer dedo para Zapala, a donde hace ya cuatro años que pide el traslado. Sin embargo se lo negaron, y si llegaba 15 ó 20 minutos tarde ciertos oficiales lo metían preso, recargándolo con dos horas más.

Mi marido es muy perseguido, a tal punto que el subcomisario del barrio Pampa no le creía y alegaba que era él el que se había disparado por querer venir a Zapala o por plata.

Mire, señor subcomisario, mi marido ama la Policía y camina con la frente alta. ¿Quién es usted para intervenir mi celular y el de mi marido, para acusarlo de mentiroso y ponerlo en disponibilidad durante tres meses ensuciándole el legajo y obstaculizando el ascenso que tanto anhelaba?

Señor Lepén, mire las calificaciones de mi marido: todos 8 para arriba; además, está tan orgulloso como yo de ser un uniformado con medalla de honor, de darle tantas satisfacciones a Cutral Co y de no ser un uniformado corrupto. No entiendo cómo sabiendo la clase de persona que es el subcomisario, el señor Laserna y Juan Rolando Figueroa dispusieron la disponibilidad de mi marido. Deberían intervenir el teléfono de esa subcomisaría; la institución policial debería tomar cartas en el asunto.

Señor Lepén, usted sí merece el puesto que tiene, por honrado y humilde; en cierta comunidad mapuche me dijeron cómo era su abuelo y usted es igual de recto y humano. Mi familia y yo estaremos eternamente agradecidas con usted; ojalá, como dicen, a esas personas que le hicieron pasar tanta angustia a nuestra familia Dios las castigue, pero no a palos.

Hoy en día mi marido sigue viajando a dedo a Cutral Co; es policía comunitario y colabora con la Escuela 63 y el CPEM 20 organizando juegos y preparando choripanes para los chicos que menos tienen, junto con la oficial Gabriela Molina y la oficial principal Daniela Quiroz.

María Cheuqueta, DNI 30.009.550

Zapala