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"No pueden comprender que no son los únicos que han perdido sus derechos"

Quiero dar a conocer una situación vivida alrededor de las 13 del 17 de diciembre y hacerle llegar mis disculpas necesarias al señor Ortiz, a quien equivocadamente nombré en medio de una vana discusión con personas que no pueden comprender que, a esta altura de las circunstancias y en este agraciado país, no son las únicas que han perdido sus derechos.

De regreso a Centenario -donde resido- desde la ciudad de Neuquén, me encontré una vez más con un piquete en la Ruta 7 protagonizado en su mayoría por jóvenes y niños. Llamaba la atención de manera lamentable la escasa presencia de adultos en el lugar. Seguramente los allí presentes se justificarán diciendo que son "familias" las que reclaman.

Sin embargo, como mamá, considero que los niños no deberían ser partícipes directos de estas crisis -demasiado ya con las vivencias que, sin lugar a dudas, provocarán las mismas en sus hogares- debido a que allí también estamos ejerciendo sobre ellos, como padres o ciudadanos, nuestro rol de formadores.

Pero no voy a extenderme en reflexiones e interrogantes que me formulé durante todo el año cada vez que algún grupo me llevaba a transitar por bardas, caminos de chacra o, con suerte, a intentar llegar a Neuquén desde Río Negro. En este sentido, sólo quiero expresar que me pareció sumamente doloroso ver cómo los niños convertían en un patio de juegos la ruta, saltando y jugando con total inocencia sobre las cubiertas que se emplean para los rutinarios cortes mientras repetían como cánticos los términos de sus "mayores".

Debido a que mi bronca e impotencia fueros grabadas y transmitidas por una radio de la ciudad de Centenario, en medio de las cuales le pedía a un fotógrafo que no tomara fotos a la patente de mi vehículo agachado en la parte delantera porque creía que eso enardecía más los ánimos, es que quiero dar a conocer que equivocadamente me dirigía a él nombrándolo "Ortiz" cuando, en realidad, después tuve conocimiento de mi confusión -él no lo aclaró en ningún momento- y supe que se trataba del fotógrafo Julio Giménez.

El incidente concluyó cuando este señor me llamó "vieja concheta", lo que provocó lógicos aplausos por parte de los manifestantes quienes vociferaron que me "fuera a trabajar".

Mis disculpas, entonces, al señor Ortiz por si acaso su nombre se escuchó por radio. E insisto: quien estaba en la ruta "ejerciendo su profesión" era Julio Giménez.

Adriana Trecco

DNI 17.008.938

Centenario



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