Soy habitante de la ciudad de Neuquén, como muchos otros. Tengo una familia, vivo en un barrio con sus problemas como todos, trabajo como docente de primaria en la ciudad de Cipolletti y como cualquier otra persona tengo mis problemas e inquietudes.

En esta oportunidad, y aprovechando el medio, quisiera expresar mi extrema indignación por un hecho ocurrido hace algunos días. Cuando con un grupo de amigos nos dispusimos a ingresar a un lugar público de diversión nocturna ubicado en calle Planas, entre avenida San Martín y San Luis, me encuentro con la desagradable noticia, expresada por un personal de seguridad, que no puedo entrar. Las razones, según el personal, son que los sábados sólo entran clientes al local, por lo cual tenían órdenes precisas de que no ingresaran personas que vinieran por primera vez, además (otra razón) que el local sólo albergaba a 2.400 ó 2.500 personas, por lo tanto debía asegurarle los lugares a los clientes.

Ahora me pregunto, ¿si mi intención es ingresar al local, pagar mi entrada, consumir bebidas, pagar el guardarropa, etc., no soy cliente? ¿Cuáles son los requisitos para ser cliente? En otro momento mi novia (a quien no dejan entrar tampoco) le preguntó cómo hace para reconocer 2.500 caras, a lo cual respondió que tenía muy buena memoria. Si tiene muy buena memoria, por qué unos segundos después les estaba pidiendo documentos a unas chicas en la puerta para saber qué edad tenían.

Soy consciente de que no me dejaron entrar por otras razones que nada tienen que ver con las expuestas anteriormente, sólo quisiera saber si el derecho de admisión sólo lo ejerce el dueño del local porque el personal de seguridad, empleados como muchos otros, se autodeterminan tal derecho privándole a muchas personas la oportunidad de divertirse y pasar un buen momento. Me gustaría que tales experiencias no se repitan y que podamos, como personas libres y con derechos, disfrutar tanto de diversión diurna como nocturna.

Mario Javier Peña

DNI 30.917.459

Neuquén