Hace un año que una explosión de nuestra vivienda ocasionó la partida de Argentino y Lihuén Amancay, dos seres amados por su familia, amigos y todas las personas que los conocieron.

Para nosotros fue un año muy difícil, tratando de aprender a vivir sin sus presencias y además reconstruyendo nuestra vivienda. Y a pesar del tiempo transcurrido, el dolor sigue siendo enorme, parece que cada día se acrecentará. Sabemos que hay que aceptar las partidas, de la resignación, etc., pero... la realidad es que ellos no están con nosotros físicamente y duele, duele mucho. Pero aunque se nos hace muy difícil escribir estas líneas, sentimos la necesidad de expresar nuestro eterno agradecimiento a todos, todos los que contribuyeron para que hoy continuemos transitando esta nueva etapa en nuestras vidas, con mucha energía, fortaleza y en nuestra casa. Desde el mismo 28 de noviembre fuimos acompañados por una multitud, con la presencia, la oración, la solidaridad, llamadas telefónicas, escritos, etc. Es imposible dar nombres porque la lista sería interminable, por eso el agradecimiento es generalizado a amigos, familiares, vecinos, comunidad educativa del Instituto Pablo VI, personal del ISSN, instituciones, comercios, compañeros de trabajo (actuales y anteriores), de todos los integrantes de la familia, compañeros y cuerpo docente y no docente de los distintos niveles educativos de toda la familia, medios de comunicación oral y escrito, los amigos fortinenses, policía, bomberos, comunidad en general, etc.

También nuestro reconocimiento a todo el personal de terapia intensiva (1º piso) del hospital Castro Rendón, por el profesionalismo y la calidez en el trato, durante la internación y después de las partidas, cuando por trámites nos acercamos a ellos.

Sólo nosotros sabemos la dimensión de la solidaridad que se nos brindó, la contención recibida y tanto, tanto afecto. Por eso, en nombre de Amancay y Argentino, gracias, gracias y gracias.

Azucena Yanzón, DNI 10.951.278

Nehuén, Ailín González Yanzón

Neuquén