Leí indignada en el diario una carta de alguien que protestaba porque se reunirían a hablar con un grupo de gente de una toma. El que necesita una casa la necesita enseguida, sufre con los hijos la miseria y la desolación porque nadie lo ayuda. Señores y señoras compadronas con casas para alquilar piden el oro y el moro para dar en alquiler una mísera vivienda.

¿Qué se creen? Si Dios hace lo mismo en el cielo no entra nadie. Todos merecemos una vivienda digna y si un grupo de gente se organiza y toma terrenos para hacer sus casas yo los felicito, la unión hace la fuerza. He visto en qué poco tiempo hacen un barrio con esfuerzo propio.

Eso sí, si después roban ya no me gusta, pero lo que pasa es que los ricos son tan egoístas que no dan nada. Los gobiernos no dan abasto. Algunos se creen que porque pagan los impuestos y compraron el terreno son los dueños de la verdad.

Cuando una persona va a Vivienda a pedir casa le dan mil vueltas y no le dan nada.Y la casa se necesita ahora, no dentro de diez años.Yo me arreglé como pude con mi familia, con muchas penurias y sacrificios, pero no se lo deseo a nadie. Mi hijo, como Jesús, no tenía dónde nacer. Me ayudó mi familia, pero no todos tienen esa suerte, así que organícense y tomen todos los terrenos que quieran.

María Antonia Morello

DNI 10.915.955

Neuquén