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Vení, vení, cantá conmigo...
... de la mano de Nalbandian... 4-1 sobre Suecia y otra semifinal.

La mano venía complicada, pero a David Nalbandian le sobró garra y metió a Argentina en otra semifinal de la Copa Davis. Sólo él podía sacar adelante un partido como el de ayer ante Robin Soderling, quien hizo una serie bárbara, pero se rindió ante la la categoría y entrega del cordobés.
El “Rey” consiguió un histórico triunfo, por 6-4, 1-6, 4-6, 6-4 y 9-7, en 4 horas y 6 minutos de juego. Unas 12.500 personas vibraron con la victoria en el Parque Roca, que poco a poco se transforma en un “templo” para el tenis argentino.
David, que alcanzó los 25 éxitos copero -está detrás de Guillermo Vilas (57) y José Luis Clero (31), salió a la cancha a llevarse por delante al tenista sueco y ya en el primer game consiguió un rápido quiebre.
Sin embargo, el sueco le mostró que no le iba a hacer las cosas fáciles, le devolvió el quiebre y le empezó a jugar de igual, con mucha desfachatez para tiras winners, especialmente con su golpe de derecha.
Un oportuno quiebre en el décimo juego le dio el primer set a Nalbandian, a quien le duró poco la alegría ya que Soderling fue un vendaval de tiros en el segundo parcial, que selló un claro 6-1.
En el tercero, Nalbandian quebró y se adelantó 3-1 pero cuando Soderling se acomodó, le rompió el servicio en el quinto y séptimo game para luego llevarse el parcial por 6-4.
El sueco reafirmó su gran momento en el inicio del cuarto al quebrar y parecía encaminarse hacia la victoria hasta que llegó el cuarto juego. Nalbandian devolvió gentilezas, emparejar el tanteador y volvió la esperanza.
Llegaron tres quiebres consecutivos, algo poco habitual: el argentino se puso  5-3, Soderling descontó y otra vez el local le robó el servicio para llevar la definición al quinto set.
Los intercambios de saques continuaron y después de encontrar regularidad,  llegó el décimo game, en el que Nalbandian contó con tres match points.
Y entonces el partido volvió a emparejarse, con otro game clave, el decimotercero, en el que Soderling -lucía mejor físicamente- dejó escapar una posibilidad de quiebre, que hubiese sido muy difícil de remontar para el argentino.
En el 7-7, Robin pidió atención por una ampollas en su pie izquierdo y le agregó dramatismo al partido. David, nervioso, pidió aliento y la gente no falló.
Nalbandian conservó su saque, se adelantó 8-7 y luego de desperdiciar otro match point, llegó la derecha larga de Soderling y de desahogo.
Con el 3-1 y la serie resuelta, Juan Mónaco salió a cumplir con un trámite: doble 6-3 ante Thomas Johansson.
Argentina volverá a ser local del 19 al 21 de septiembre, esta vez ante el poderoso equipo ruso, verdugo en la final del 2006, aunque aquella vez sobre una cancha rápida.

Del llanto al respeto por Rusia

David Nalbandian, como nunca, llegó al llanto y dio muestra del exigente trabajo que le dio Robin Soderling.
“Estuve break abajo en el cuarto, en el quinto y luchándola contra todo, pero por suerte pude darlo vuelta gracias a la gente que me ayudó en momentos claves”, señaló el cordobés.
Aseguró que llegó al partido con “dolores en una pierna”, pero “puse lo que había que poner para ganar”.
Con respecto al duelo contra Rusia, reconoció estar “contento de jugar de nuevo contra Rusia. Es un rival muy duro. En polvo de ladrillo son muy buenos así que se puede ganar o perder porque ellos se adaptan bien a distintas superficies”.
Contrariamente a la previa ante Suecia, cuando el equipo local daba por seguro que el doble sería el punto clave y no Soderling, Nalbandian aseguró que “los cinco puntos serán difíciles” ante Rusia porque “tienen muy buenos singlistas y doblistas”.

Pelea en las tribunas

Tres espectadores se agarraron a trompadas y obligaron a detener por unos minutos el partido Nalbandian-Soderling en el Parque Roca.
El hecho se produjo cuando dos hombres se pelearon por un asiento numerados y a ellos se le agregó otro, trenzándose  en la trifulca.
Al parecer, uno sacó un cuchillo -algo inusual en este deporte- por lo cual varios miembros de seguridad acudieron a las tribunas y luego de varios forcejeos, se los llevaron.

“Grandes chances de ganar”

“Creo que este año tenemos grandes chances de ganar la Davis. Tenemos grandes jugadores, con un excelente nivel y eso nos posibilita tener un recambio de categoría”. Lejos de esquivar la responsabilidad, Alberto Mancini fue clarito con los objetivos del equipo argentino, que irá por toda la gloria en este 2008.
Sobre Rusia, el rival para acceder a la gran final, afirmó que “es durísimo. Se les puede ganar o no, pero hace casi tres años que no pierden partidos por Copa y se adaptan muy bien al polvo de ladrillo”.
Agregó que “tiene grandes jugadores, todos de experiencia, que han jugado finales y son top 10. Es parecido a nuestro equipo. Va a ser un partido durísimo”.
Pero antes de pensar en los rusos, es tiempo de disfrutar la victoria ante Suecia, con un Nalbandian brillante. “Verlo ganar un partido así para pasar la serie muy emocionante, sacó el partido más importante y estoy contentísimo de poder jugar la final en casa”, dijo Mancini.
“Luli” pasó esta vez por la experiencia de una serie complicada ya desde el viernes, cuando Robin Soderling, el escollo más difícil que tuvo el equipo argentino, dio cuenta de José Acasuso, para el 1-1.
“Hace muchos años que no pasaba acá y conmigo no había pasado nunca. Ese 1-1 nos puso nerviosos pero el doble fue clave. A David nunca le había tocado jugar el partido más duro y ahora estoy emocionado de haberlo visto jugar así”.
Otro de los que habló fue Juan Mónaco. “Estoy contento porque ganó el equipo y no tanto por mi debut como local”, dijo. Y agregó que el equipo tiene “mucha hambre de ganar la Copa y hará  todo lo posible por conseguirla”.
Del lado sueco, Soderling se quejó por el piso de la cancha y afirmó que “no hubo un buen pique en toda la semana”. Además, admitió que la gente no influyó en el resultado.  “Es un público diferente, pero no tuve ningún problema en adaptarme. El público no cambió el resultado del partido, el partido lo perdí en la cancha”, finalizó.

Cuatro potencias

Argentina-Rusia y España-Estados Unidos serán las semifinales de la edición 2008 de la Copa Davis.
Los rusos sellaron el pasaporte a expensas de República Checa, a la que vencieron en casa por 3-2, con una buena actuación de Nikolay Davydenko, quien logró el tercer punto luego del retiro de Tomas Bercych, tras 3 horas y 39 minutos.
En Breme, la España de Rafael Nadal, jugó como si fuese local para vencer sin mayores problemas a Alemania por 4-1.
Aún antes de conocer a su próximo rival, el capitán Emilio Sánchez Vicario expresó su deseo de tener frente a frente a Estados Unidos que el año pasado ganó la Davis y tuvo entre sus víctimas a España, en cuartos.
Y se le dio, porque Andy Roddick venció al galo Paul-Henri Mathieu por 6-2, 6-3, 6-2 y así los chicos de Patrick McEnroe sacaron boletos para viajar a tierras españolas.

 



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