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"He decidido no callar nunca más, porque hay cosas que merecen ser divulgadas"

Al señor gobernador Jorge Sapag

Señor gobernador, hace mucho tiempo que tengo la enorme necesidad de expresar algunas consideraciones que, por pensar algunas veces que no son lo suficientemente importantes -quizá por parecerme irrespetuosas o simplemente inoportunas- las he callado en infinidad de ocasiones por el mero hecho de ser afiliado.

Pero, ahora, muy lejos de pretender ser irrespetuoso y sólo por considerarlo un derecho que me cabe sencillamente como ciudadano que otorgó a su gestión un voto de confianza en busca de cambios, he decidido no callar nunca más. ¿Sabe por qué? Porque hay cosas que merecen ser divulgadas para ver si, desde mi modesta opinión, como podría ser de cualquier otro habitante, se logra corregir con el menor esfuerzo posible todas aquellas situaciones que sólo requieren un poco de sentido común? Sólo eso.

Durante la primera semana del mes de setiembre se realizó en la Escuela Nº 327 de Chos Malal (primera escuela de la época territorial que cuenta con 121 años de institución educativa) la "6ta. Feria del Libro".

Es oportuno destacar en esta ocasión que es la única escuela de la provincia que genera un hecho de este tipo a total beneficio de la misma. Todo esto se consigue con el denodado esfuerzo de su cuerpo directivo, docentes, alumnos, municipalidad y pueblo en general bajo el lema: "El libro me hizo pensar y el pensamiento me hizo libre". Al respecto debo agregar que es por demás encomiable la seriedad, el respeto y pulcritud de esa escuela, mérito sin duda del espíritu corporativo de sus directivos, docentes, padres y alumnos que cumplen adecuadamente con sus obligaciones, cosa para nada habitual en estos tiempos.

En esa oportunidad me cupo el honor de ser invitado como escritor a dar unas charlas con el objeto de divulgar entre el alumnado (sexto y séptimo grado primario y lº, 2º y 3º año del secundario) los beneficios que reportan la lectura y la escritura. Intentando en todo momento de inculcar la imperiosa necesidad de escribir la historia de quienes nos precedieron, única manera de reafirmar la identidad de los pueblos. Eso también me permitió -con sumo placer- donar algunos libros de mi autoría a la biblioteca de la mencionada escuela.

Para poder asistir a tan abnegada gesta y con la debida antelación (l2 de agosto), cursé una nota al prof. Sebastián Sánchez, subsecretario de Cultura de la provincia, solicitando algún viático para pasaje (ida y vuelta en colectivo) más estadía (cinco días).

Retomando el hilo de lo que me atañe, Señor gobernador, quiero manifestar que el día de mi partida no disponía de pasaje ni viáticos. No obstante pude viajar gracias a la diligente gestión de la señora directora de la escuela que, en tal oportunidad, solicitó los pasajes a la Municipalidad de Chos Malal quien, sin ningún tipo de protocolo y burocracia, los envió de inmediato.

Luego de varios intentos fallidos y muy sobre el filo de mi partida logro conectarme con el subsecretario de Cultura de la provincia, quien me pide que viaje a mi costo y luego le presente las facturas correspondientes, cosa que hice por nota a mi regreso. Tamaña fue mi sorpresa al descubrir que no disponían de "caja chica" para un reintegro de $ 529 (quinientos veintinueve) y que además se debía generar un expediente para su efectivo cobro. Demás está decir, señor gobernador, que mis charlas fueron gratuitas y para mí por demás reconfortantes por tratarse de una localidad muy cara a mis afectos.

También concurrieron a esa feria una cuentacuentos de Colombia y un cuentacuentos de Perú, además de otro grupo que viajó con su valet hasta la localidad de Las Ovejas y Tricao Malal. Obviamente, debo suponer que éste era un grupo totalmente rentado.

También debo decirle, señor gobernador, cuán grande fue mi asombro al ver que ahora -pareciera ser- tenemos la necesidad de importar cultura, aunque tengo claro cuáles son los beneficios que reporta un intercambio de esa naturaleza. No sería justo con ellos si no dijera también que la actuación fue de una excelencia superlativa, pero ahora -reflexionando- pregunto:

Señor gobernador, en nuestra provincia? ¿No hay cuentacuentos que merezcan tener una oportunidad como la descrita? ¿Tanto nos hemos diluido que ahora tenemos que importar cultura? Quiero suponer, con verdadero acierto, que no es esto lo que debemos entender como "Neuquén, tierra nueva".

Rubén Todero

DNI 7.567.724

Neuquén



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