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"Hazte servil y conseguirás halagos y recursos" | ||
Aquellos que sostenemos que la práctica política, en todos sus niveles y modalidades, tiene un fuerte contenido de docencia, no dudamos en afirmar que la reciente participación del gobernador Sapag en un acto partidario encabezado por el ex presidente Néstor Kirchner ha sido una desfachatada manifestación de prostitución política. Con ese gesto, el mandatario neuquino ha oficializado el concepto que indica que para conseguir halagos y recursos, hay que someterse al mandamás de turno; hay que claudicar en conceptos y valores; hay que resignar derechos y reemplazar las actitudes dignas por actos de genuflexión, que involucran a todo un pueblo. Si el gobernador actúa de esta forma, y se enorgullece de que así consigue obras y recursos, el ejemplo que se baja a la sociedad es muy evidente. Por conocer la matriz de su formación, no teníamos expectativas favorables sobre actitudes del actual gobernador respecto de la restauración de valores y principios en una sociedad dominada desde hace años por el hedonismo, la displicencia por las obligaciones, el desprecio por los bienes públicos y comunes y la complacencia y respaldo hacia los que se enriquecen rápidamente tomando bienes que se privan a otros. Una década atrás, su antecesor y hoy crítico, Jorge Sobisch, también se arrodilló ante el poder fugaz y degradante de Carlos Menem. Como militantes políticos, como referentes de la Coalición Cívica y el Ari del Neuquén, y como ciudadanos que queremos ser responsables en todo momento y terreno, rechazamos estas actitudes de los gobernantes provinciales y reclamamos actitudes dignas en defensa de los intereses de los neuquinos. Los recursos y obras para la provincia incluidas en el presupuesto nacional deben ser las que los neuquinos necesitamos y nos merecemos por todo lo que se aporta desde los recursos naturales. No podemos aceptar que todo lo que se anuncia sea producto de adhesiones de gobernantes a posturas del gobierno central; aceptar eso, es descalificarnos como sociedad y minimizarnos al concepto de vivir de la dádiva del amo. Pero, además, este tipo de "reparto" de los recursos públicos sobre la base de relaciones carnales entre gobernantes, terminará con el sistema republicano y federal establecido por la Constitución nacional e incorporado a nuestra Carta Magna provincial, como organización básica del Estado. Desde mucho tiempo atrás venimos reclamando un proceso de recuperación de las autonomías provinciales y avanzar hacia un esquema solidario en el que la redistribución de recursos sea producto de necesidades reales y de estrategias generales de crecimiento y no intercambio de favores entre gobernantes, que incluye la uniformidad de pensamiento. El progreso de los pueblos no se hace exclusivamente con obras materiales; la calidad de los pueblos no se mide por el valor de sus edificios o la extensión de su infraestructura de servicios. Todo eso poco vale, si los pueblos no respetan una escala de valores y principios, que conduzcan a que cada individuo valga por lo que es y no por lo que tiene y puede exhibir. La calidad de los gobernantes, por su lado, tampoco se mide solamente por las obras o las inversiones que pueda encarar; eso es solamente una parte de la gestión. La evaluación cualitativa se compone, fundamentalmente, por la dignidad, inteligencia, pulcritud y compromiso que aplique para conseguir cada uno de esos emprendimientos. Pero ya está claro, y no podrá volver hacia atrás, que Sapag forma parte de los gobernantes contemporáneos, que se encuentran en todos los partidos políticos, que toman atajos para llegar con mayor facilidad y rapidez a conseguir lo que buscan y necesitan. Beatriz Kreitman- Ricardo Villar Referentes CC-Ari del Neuquén |
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