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"Colectivero, ¿por qué no frenó?"

Todos sabemos que ustedes, choferes de colectivos, se creen dueños de la calle, cruzan semáforos en rojo, circulan a gran velocidad por los barrios?

Pero lo que usted hizo, "señor colectivero" de la empresa 18 de Mayo, el 20 de noviembre a las 22 horas en las calles 99 y 443 de las 180 Viviendas lo muestra como un ser inescrupuloso.

¿Por qué no frenó, "señor colectivero", cuando vio a Trompi, una perra pastor alemán al costado de la calle? ¿Qué paso por su cabeza cuando luego de tocar su bocina, teniendo tiempo para frenar y luego para esquivarla, la chocó, la arrastró y terminó aplastándola con la rueda trasera? ¿Por qué no frenó después para auxiliarla?

Sepa más, que Trompi no era un simple animal, era una integrante más de mi familia. Ella sabía si estabas triste o contento, amaba a los niños y disfrutaba verlos jugar. Esperaba cada noche para salir un ratito, "junto a su dueña", a la vereda. Pero esa noche usted se le cruzó en su camino, no tuvo piedad y terminó con su vida de la peor manera, ante la mirada asustada y los llantos de dos criaturas de 5 y 6 años.

Explíqueme, "señor colectivero", qué les digo yo a mis hijas cuando entre lágrimas me preguntan: "¿Por qué no frenó, mami, si vos cuando ves un perrito parás?". ¿Cómo quito de sus ojitos la tristeza que dejó la ausencia de Trompi?

Qué puedo esperar de usted, "señor colectivero". Si usted no quiere a los animales, ¡usted no tiene corazón!

Sí quiero decirte gracias a vos, que no sé tu nombre, mi vecino enfermero, que sin conocerme tuviste tiempo para ayudarme en un momento de mucho dolor y nerviosismo, cuando Trompi se moría y mi hija presa de un ataque de llanto se descompuso.

¡Gracias por tu calidad humana! Muchos deberían aprender...

 

Paola Domínguez

DNI 24.941.545 - Roca



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