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"Excelente atención en el Castro Rendón"

El día 27 de octubre del presente año, cargando con el gran pesar del parte médico que diagnosticaba para mi padre, Raúl Atilio Van Diest, una enfermedad terminal, me apersoné en el hospital provincial Castro Rendón ante el equipo de Cuidados Paliativos, que se encuentra a cargo de la Dra. Graciela Jury.

Ese mismo día fui atendida; se me escuchó, se me orientó y se me brindó gran contención. Fui citada para asistir con mi padre. Lo recibieron con respeto como paciente, lo trataron con gran afecto y ternura que nunca antes había visto en un centro de salud, mucho menos público.

Se nos presentó a todo el equipo de médicos y enfermeros, hicieron un minucioso examen médico a mi padre y nos explicaron cómo trabajaban en ese servicio.

El día acordado, por la dificultad para movilizarse de este paciente, el equipo médico se hizo presente en mi casa para controlar a mi padre, con la misma profesionalidad, respeto, cariño y contención antes brindado, ahora no sólo para con su paciente sino para toda la familia. El día 6 de noviembre mi padre empeoró en su cuadro y, ante mi llamado al equipo de Cuidados Paliativos, enviaron una ambulancia a la brevedad y lo internaron, siempre con el mismo trato profesional y humano. Lamentablemente mi padre ha partido, pero se llevó en su corazón todo el cariño y respeto de estos verdaderos profesionales de la medicina que no defraudan su juramento hipocrático.

Por otra parte, tengo que lamentar y no puedo dejar de señalar el gran contraste, "la otra cara de la moneda": el PAMI, organismo al que acudí una semana antes de ir al hospital Castro Rendón para solicitar los mismos cuidados y atención para mi padre en su calidad de jubilado, pero tengo que decir que aún hoy seguimos esperando que nos venga a visitar la médica auditora que autoriza el servicio.

Es mi deber y urge mi necesidad de agradecer a todo el equipo de Cuidados Paliativos, sin exceptuar a ninguno de quienes prestan allí su labor ajenos a las mezquindades, consustanciados con la labor que cotidianamente realizan con muchísimo amor. Valga la oportunidad para llamar la atención de quienes dirigen los destinos políticos de nuestra provincia y pedirles que escuchen las voces de reclamos de la gente del sector de Salud Pública, pues día a día brindan un verdadero servicio público, silencioso, humilde y de invaluable calidad humana.

Para todos ellos mi eterno y enorme agradecimiento, el de mi familia y el de mi padre, que desde el cielo seguramente compartirá la presente.

María Andrea Van Diest

DNI 17.914.570

Neuquén



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