Estamos frente a una crisis real, global e imaginaria. Sin historia, ya que jamás hubo una crisis global en el marco de un mundo moderno de excelentes comunicaciones y de un gran desarrollo financiero.

El marco de esta crisis no es igual al de las anteriores, por lo tanto su desarrollo también será diferente. El asunto es imaginar cómo va a ser la nuestra, cuáles serán nuestras oportunidades y debilidades y estar muy alerta de los acontecimientos que se sucedan de aquí en más.

* Preparar el equipo:

Una de las exigencias más importantes y prioritarias para enfrentarla es vencer el miedo. El miedo es paralizante y hace falta estar en condiciones anímicas de excelencia para manejar en este nuevo circuito tan zigzagueante. Con un estudio de situación que nos indique dónde se está parado y un plan de ataque, es suficiente para deshacerse de los temores.

Cerrar las canillas que gotean y analizar cada una de las compras con el fin de no crear stock innecesario.

Conversar con el personal poniéndolo al tanto de la situación, pero no para asustarlo sino para explicarle la nueva etapa a transitar pidiéndole la colaboración y al mismo tiempo asegurarle la continuidad (el personal también tiene que estar libre de miedos).

Habrá que ir adivinando si la crisis la vamos a enfrentar solos, cada uno con su individualismo o acompañados por los bancos. Si la afrontamos en equipo, la crisis va a ser leve. Si el sistema financiero frena de golpe, entonces va a ser más difícil y puede haber muchos ahogos lamentables.

El capitalismo es una víbora que se come la cola y no respeta nacionalidad. Es posible que los gobiernos de los países más desarrollados tomen precauciones para salvar este capitalismo decadente y desencadenante de una bicicleta financiera del tamaño de un tren al límite de los vagones que pueda llevar. Medidas importantes se van a tomar y es de esperar que a partir de ahora haya una mayor intervención (controles) de los manejos financieros.

* Un nuevo presidente en los EE. UU.:

Es posible que este nuevo líder, comprometido por las circunstancias, tiempos y por su propia piel, no quiera pagar los platos rotos y tome medidas que reviertan la situación en el menor tiempo posible. Lo mismo harán en la comunidad europea y todo podría volver a su carril en un tiempo no demasiado prolongado.

El crecimiento de la Argentina no va a caer abruptamente, porque también aquí se dan las condiciones políticas de un gobierno que hará todo lo posible para no salir dañado. El no disponer de capitales golondrinas es una ventaja comparativa porque no hay fugas que hagan temblar al mercado y hasta es posible que sigan entrando capitales genuinos de inversión (especialmente en tierras, turismo y minería). Sólo nos queda pensar cuánto daño le hará la falta de seguridad y la incomprensión de algunos sectores de la sociedad.

* La cadena:

Una economía dinámica está basada en una sujeción de eslabones de confianza que componen entre todos una cadena financiera firme. Lo que ocurra con esta cadena estará basado en la responsabilidad solidaria de cada uno de estos eslabones. No basta con la cautela, lo que cuenta es el comportamiento, la resistencia del eslabón. Si un empresario despide gente, rompe el eslabón. Si un banco apaga la luz, rompe el eslabón. Si el gobierno no ayuda, no produce una asistencia, rompe el eslabón.

¿Cómo enfrentar la crisis?

Ahora sí voy a contestar cómo voy a enfrentar la crisis, porque ya les di los conceptos necesarios para que se me entienda y no tomen mis palabras como frívolas:

"La enfrentaré con el mameluco puesto y mucho alambre para reparar, aunque sea precariamente, los eslabones que puedan aflojarse."

Pascual Marrazzo, DNI 4.583.971

Vicepresidente de la Unión Industrial de Río Negro

Cipolletti