Desde aquí quiero expresar mi más enérgico repudio al cobarde hecho que sufriera el diputado nacional señor Felipe Solá, el pasado viernes 19 de setiembre, en el Aula Magna de la UNC por parte de un grupúsculo de pseudo-estudiantes o como los definió el notable periodista O. Barone "intolerantes matones", minutos previos a una conferencia de la que varios tomaríamos parte. El hecho refleja 2 situaciones que pocos destacan:

a) El modo bestial en que fue violentada su libre expresión (y la de los asistentes), típica de aquellos que sin argumentos creen que la "fuerza y el matonaje dan razón" (recordar a D´Elía en la Plaza del Congreso).

b) La llamativa pasividad manifestada durante y a posteriori del hecho por los organismos públicos y no públicos (llámense Justicia, seguridad, Consejo Superior, etc.), garantes de la libre expresión como del orden público que ni siquiera de oficio actuaron ante este tipo de atropello como de abuso a las reglas de la democracia en un sitio definido por la actual rectora de "Universal".

Pocos dudan de que estos intolerantes patoteros son funcionales a grupos pro-gubernamentales que mediante esta metodología "persiguen" por el país a los díscolos del rebaño político por su labor "no obsecuente" en el Parlamento.

Espero que los alumnos, docentes e investigadores de ese espacio universal sigan trayendo pensadores e ideas de la más variada índole y que nuestra casa de altos estudios recupere el protagonismo por noticias que ennoblecen y acrecienten los valores y sabiduría representativos de ese espacio universal y por extensión de la condición humana y no éstas otras que ya viví y que retrotraen a los tiempos de barbarie.

Esther Amoroso

DNI 9.444.828

Vista Alegre-Neuquén