Pidió investigar a la policía, ¿con qué autoridad? La que le confirió la ciudadanía de Neuquén. Se inventó esa Subsecretaría de Derechos Humanos para tenerla archivada con los ratones, con la utopía de poder, lo que jamás va a poder conseguir.

Este señor sufre del síndrome del faraón (poder único y absoluto), desconociendo los poderes del Estado otorgados por la Constitución nacional o provincial, como los tres poderes fundamentales, pilares esenciales.

La Justicia y la "policía" como brazos armados del Estado que fueron creados con el nacimiento mismo de la Nación Argentina y consolidados por nuestro prócer más importante como político Bernardino Rivadavia, que tuvo una visión adelantada varios siglos, pensando en la libertad y seguridad de sus compatriotas.

Visión, diría mejor miopía, que pregona a los cuatro vientos los derechos humanos pero, ¿para quién? Los policías que fueron golpeados, heridos, tiroteados, sus hijos, esposas y familiares ¿no son ciudadanos como los que dice defender? O sus derechos humanos son para los que puede manejar a su antojo para lograr sus objetivos y seguir viviendo del Estado. Porque no observo que haya presentado algún proyecto para sacar de la miseria a esa franja de la población que con ahínco dice defender, creando condiciones para la instalación de fuentes de trabajo o la industria del trabajo es el Estado para él, que se maneja desde las sombras arengando a los ciudadanos necesitados.

Los ciudadanos comunes tampoco estamos dentro de sus derechos humanos, nos pueden usurpar, maltratar, herir, lastimar, robar, secuestrar, violar, formar mal y los derechos humanos del secretario no se expiden.

Miguel Ángel Henríquez, DNI 10.868.858

Neuquén