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"Renuncio a participar como aspirante a defensor del Pueblo"

Al pueblo de San Carlos de Bariloche.

"Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan ni el orden público, ni perjudiquen los derechos de un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no mande la ley, ni privado de lo que ella no prohíba".

¡Qué lejos del pensamiento de Alberdi, que inmortaliza este sabio artículo de la Constitución, están las acciones de algunos concejales que profanan en forma grosera lo que es la columna vertebral de nuestra democracia, obligándome a tomar una decisión que me duele y conmueve en mis fibras más íntimas: renuncio de aquí en más a participar como aspirante a defensor del Pueblo de la ciudad de Bariloche y por los perjuicios irreparables ocasionados a mi persona, renuncio también a participar de otras actividades sociales, políticas y/o comunitarias.

Mas allá de sufrir la ignominia, el descrédito en que injustamente fui involucrado, han afectado también a mi querido entorno familiar quienes me han hecho reflexionar y al pararme en la vertical de mi propia responsabilidad ante ellos, por las amenazas, burlas y accionar de patoterismo vandálico (ya no solamente sobre mi persona sino lo que es mucho más doloroso sobre los integrantes de mi familia), es que reitero, decido renunciar.

Cuarenta años de batallar por mi querida comunidad, con una familia centenaria enraizada en todo el acontecer regional, una familia (la mía) permeable y sensible ante las enormes falencias que teníamos y tenemos los habitantes cordilleranos, a ellos, demócratas de cuna y fundadores como mi padre del Partido Justicialista en Río Negro, a ellos también los ofendieron.

La mala fe, puesta de manifiesto por el Concejo Municipal el pasado 23 de octubre, día que sin darme el derecho que marca la garantía constitucional de defensa y debido proceso que hubiera correspondido, dichos concejales me destituyeron de la compulsa para ocupar el cargo de defensor del Pueblo, informando en un primer momento que dicha destitución había sido unánimemente firmada por la totalidad de los integrantes del Concejo, lo que al día de hoy es desmentido por ellos mismos y han tratado de borrar con los codos lo que escribieron con las manos, pero el daño,? el daño ya está hecho? y los autores deberán responder ante el pueblo.

Con todo el dolor del alma, tengo que decir con esta renuncia que "hasta aquí llegué". Nací, me crié (y si Dios no se opone), aquí me voy a morir, pero con la frente en alto y con mis convicciones intactas. Y es lo que ellos han tratado de desvirtuar ante la opinión de los vecinos de mi querida ciudad, que conocen de mi bonhomía y de hombre de bien y ante los cuales no necesito justificarme de los errores y las responsabilidades de terceros.

Jorge Antonio Jalil

DNI 10.045.341

Bariloche



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