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"Claudín, sé que algún día nos volveremos a encontrar" | ||
Claudín, ¡feliz cumpleaños!... ... donde quiera que estés amigo. No sé por qué hago esta carta, no sé si tiene sentido o no, sólo sentí la necesidad de decirte cosas y como hay razones que el corazón no entiende te escribí en el día de tu cumpleaños... y pienso que desde algún lugar del cielo la vas a leer. Hace poco más de un año comíamos juntos un asado festejando el día del amigo y andabas con un malestar en el estómago, para ese entonces Dios ya había decidido, se ve que le habrían llegado al cielo algunos personajes impresentables y necesitaba llevar a alguien que les sirva de ejemplo, y claro, te eligió a vos, simplemente porque eras el mejor. El 9/8/07 me dijiste por teléfono lo que, estudios mediante, te habían diagnosticado. Aturdido por el mazazo, al día siguiente te escribí una carta, te decía, entre otras cosas, que no ibas a estar solo en ésta, que lo ibas a superar, que te quería mucho y que la carta te la iba a entregar el día que los médicos te dieran el alta, con un vino de por medio. No pudo ser... Pero Dios fue sabio y te dejó entre nosotros casi un año más, un año en el que nos enseñaste cómo se le pelea a la adversidad: con fuerza, integridad, decisión, coraje, pasión, siempre con el ánimo bien alto y aferrado a una esperanza hasta último momento (el día anterior me dijiste: "Puede ser que mañana esté mejor"). Compartimos casi 40 años Claudín, cuántos partidos, picados en la arena, charlas en el campo, asados, momentos felices... y cuando me tocó estar mal, sin que te llame te viniste, no para traer soluciones o consejos, sólo para estar a mi lado y ayudarme a pasar el mal trago, espero haberte retribuido de igual forma; los amigos de corazón son importantes en las buenas pero imprescindibles en las malas. Muy noble, de buena madera (como se dice), responsable, humilde, solidario, inmensamente honesto, con un corazón gigante que siempre se imponía al raciocinio del ingeniero químico, así te recordaré y te prometo que cada vez que la vida me plantee una encrucijada me preguntaré: "¿Qué haría Claudio en mi lugar?", seguramente la decisión será la correcta y ésa será mi forma de honrarte. Hace cuatro largos meses que no nos vemos pero sigo sintiendo que estás, sigo con las mismas charlas de siempre, tratando de asimilar tu increíble ausencia. Ahora estarás protegiendo a tus seres queridos desde allá arriba y pidiéndole al "Chivo" Becco que te la dé al pie para salir jugando; pateándole penales a Abel; charlando con el "Tata"; tomando unos mates con mis viejos; enriqueciendo el cielo con tu presencia...y Dios te pondrá de ejemplo ante los impresentables. Por acá abajo todo va a andar bien, no te preocupes, aunque te extrañamos mucho (Chiara a su padrino, yo a mi amigo) y es muy difícil volver a San Antonio y no encontrarte, pero vas a estar presente en el "Negro", en Elvira, en Emilio, en Lola, en "Mati", en "Maga", en Dieguito, en Quimey, en cada asado, en cada olivo, en el tractor, en la marea, en el campo. Claudín, sé que algún día nos vamos a volver a encontrar, guardame la camiseta, yo te voy a llevar "el viejo par de botines que tanto te acompañaron". "¡Feliz cumpleaños!" y hasta cada momento, amigo del alma, hermano del corazón.
Jorge Piscia DNI 12.814.155 Neuquén |
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