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"Padre harto"

Por la presente carta y como padre con hijos en edad escolar (primaria y secundaria) quiero manifestar mi absoluto hartazgo por la desaprensión e inmensa irresponsabilidad con que se toma la decisión de suspender las clases en las escuelas públicas.

Juzgar a los genocidas es importante y necesario? pero, ¿y qué tal si en vez de suspender las clases dedicamos la jornada escolar a explicarle a nuestros hijos lo que sucedió hace treinta años en la Argentina, quiénes son los genocidas, qué son los desaparecidos, qué son los delitos de lesa humanidad, cuál es la lucha de las Madres, las Abuelas y los Hijos? Hay abundante e interesante material, como películas, libros y artículos que pueden servir para el debate y el aprendizaje. En las aulas sería el mejor lugar para honrar la memoria de los desaparecidos: haciendo docencia. Juzgar a los responsables del asesinato de Carlos Fuentealba es importante y necesario? pero, ¿y qué tal si en vez de suspender las clases le dedicamos la jornada a honrar la memoria de Carlos en el aula haciendo docencia?

Ser solidarios con los maestros de la Ciudad de Buenos Aires y repudiar la represión es importante y necesario? pero, ¿y qué tal si en vez de suspender las clases dedicamos la jornada escolar a hablar del valor solidaridad?

Y así podría seguir enumerando eternamente las "razones" por las que se suspenden alegremente las clases.

A los dirigentes gremiales que basan su accionar y sus decisiones en un discurso pseudoprogresista o revolucionario les diría: a quienes más afectan las medidas de fuerza y la suspensión de clases es a las familias de menores recursos. A la gente pobre, a quien dicen defender. Ellos no tienen la posibilidad de mandar a sus niños a colegios privados y cifran sus esperanzas de elevarse socialmente, a futuro, en la educación de sus hijos. Todos debemos aportar nuestra cuota de responsabilidad -gobierno, docentes, padres, alumnos, auxiliares de servicio- y no hacer de este país, un país de semianalfabetos, donde sólo una minoría tenga acceso a la educación de calidad, ya que, contrariamente a lo que pregonamos, estaríamos contribuyendo a mantener una situación de gran injusticia social.

Pablo Hernán Sosa, DNI 13.670.589

Neuquén



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