>
"Un antes y un después en mi vida política y personal"

El "Río Negro" del 9 de octubre último marcará un antes y un después en mi vida política y personal, a pesar de que el sobreseimiento fue dictado por el juez Ricardo Calcagno el 5 de setiembre. Fueron aproximadamente ocho años de llevar una mochila que día a día parecía pesar más.

Ojalá hubiera terminado aquí, en mi pueblo, con un juicio oral y público; no tenía temor a un fallo desfavorable porque mi tranquilidad de conciencia me acompañó desde el primer día hasta hoy, la tranquilidad de una persona convencida de que todo lo que había hecho y dejado de hacer tenía un solo objetivo: la puesta en marcha y el crecimiento de un pueblo cuyas posibilidades de progreso no dejaba de avizorar. Ésta fue mi única meta y para lograrla sólo había voluntad y coraje, porque los recursos no alcanzaban para más que apenas pagar sueldos, lo que tampoco permitía llevar una administración ordenada, así que había que elegir entre ser ordenado y pasar cuatro años desapercibido y arriesgar y poner en marcha un pueblo fantasma.

Así lo hicimos. A pesar de la inmensa pobreza, Los Menucos despegó y hoy está en marcha. Esto dije cuando fui al juzgado a declarar, y que si tuviera que hacerlo de nuevo lo haría, con la diferencia de que hoy hay 200.000 pesos de ingresos con casi los mismos gastos y un gobierno provincial detrás tirando manteca al techo, contra los menos de 20.000 con que contaba en mi período, además de que la provincia nos los enviaba cuando se le antojaba, al igual que los ATN: se apoderaban de ellos y nos los mandaban después de tener que peregrinar meses tras esos recursos. Y mucho menos recibíamos ayudas extras.

Durante cuatro años la provincia no puso un ladrillo en Los Menucos; al contrario, nos robaron la construcción de diez viviendas ya otorgadas con carpetas y todo, las llevaron a un pueblo de gobierno radical, en hora buena por nuestros vecinos.

Fueron cuatro años de una crueldad extrema. Iniciamos un proyecto ganadero que tenía como finalidad la construcción de un matadero clase B para tránsito provincial y nos boicotearon a tal punto que construyeron uno con fondos de IPPV -creo- en Jacobacci para darle la explotación a los privados.

Uno de los cuestionamientos fue por los viáticos. Deberían haberme denunciado también por reducir las dietas de los funcionarios en un 50% y terminar con la descomunal cantidad de horas extras, que en muchos casos eran verdaderos robos y en lo que estaba incluida, siendo empleada, quien hoy es intendenta. O deberían haberme cuestionado por haber donado, durante los cuatro años en que fui concejal, mis dietas completas para un jardín de infantes y para viviendas de esfuerzo propio que hoy están a la vista.

Quiero agradecer al juez Calcagno y, más que nada, a los muchos vecinos que tuvieron que molestarse varias veces para ir a declarar; les pido disculpas a todos y también a mis hijos, involucrados injustamente: son simplemente dos laburantes más aquí, en su pueblo, jamás los pude ayudar con nada a pesar de que me necesitaban y aún me necesitan. Si fuera como tantos de los que ejercen este negocio de la política seguramente otra sería nuestra historia.

Gracias, diario "Río Negro". Creo enormemente en Dios; sólo él sabe cuándo debe actuar para proteger a los que mucho lo quieren, a pesar de sus errores, que también sabe cuándo son involuntarios y cuándo no. Ya veremos cómo continuará esta historia.

Rubén Ali Yauhar

LE 8.211.757

yauharali@yahoo.com.ar

Los Menucos



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí