Día a día los veo a través de las rejas, son mis bichitos, así los llamamos. Reconocen el ruido del auto, nuestras voces y ladran sin parar, están en zoonosis, la perrera?

Cuando entramos sus ojos brillan, te hablan, te ruegan, quieren salir.

Estiran sus patitas, lo que pueden, y tratan de tocarte. Intentan robarte una caricia.

Pero hay algunos que perdieron las esperanzas, ya no me miran y si lo hacen es inevitable que sus ojitos no te rompan el corazón.

Esta carta es por ellos, hay de todos los tamaños y edades, abuelitos que todavía tienen mucho amor para dar y que no se rinden.

Si usted puede ofrecerles un hogar, adóptelos, es una de las tantas formas de honrar la vida. Y gracias desde el alma a todos aquellos que ya tienen un perro de la perrera?

Daniela Pintos

DNI 23.384.747 - Neuquén

ANCA