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"Me agredieron y me sacaron la cámara"

La fotografía que pueden ver sirve para reflexionar. Fue tomada en Neuquén el jueves 25 de setiembre al mediodía en la intersección de la Ruta 22 con la calle Gobernador Anaya, en el clásico "piquete-con-horario-de-administración-pública" que cortó el tránsito y sometió a miles de conductores a un exasperante desvío por arterias laterales.

Ustedes pueden verlo: en este cruce por el que yo tenía necesidad de pasar había nueve personas (diez si se cuenta al policía), muy pocas para que esto sea considerado una gran "movilización popular". De nuestro lado, doscientos cincuenta vehículos en cada sentido de circulación por minuto. La situación me pareció injusta y decidí tomar una fotografía desde el interior del vehículo para enviar a los medios con una queja.

Pero ocurrió que los dos personajes que ocupan el centro de la escena (detrás de la señora que pasa), sindicalistas estatales en los que ni siquiera había fijado mi atención sino que buscaba el encuadre fotográfico general de la imagen, se percataron del hecho y, sintiéndose todopoderosos, se acercaron y me agredieron verbal y físicamente. Uno de ellos metió la mano por la ventanilla, me arrebató la cámara digital y me causó una dolorosa lesión.

Todas las personas del lugar pudieron observar cómo salí con la mano en alto sangrando profusamente, acompañado por una señora a la que agradezco su amable protección. Me dirigí al grupo de policías de guardia para reclamar su intervención habida cuenta del robo y de la herida recibida, pero éstos manifestaron que no tenían autorización para abandonar su sitio de custodia dentro de Acción Social, aunque me devolvieron la cámara ya destruida y me indicaron que fuera a la comisaría.

Así que volví a cruzar por el piquete y a recibir epítetos insultantes como si fuera de un "grupo de tareas" del proceso en busca de secuestrar militantes y no un ciudadano pacífico que no había agredido a nadie con deseo de documentar una lamentable situación cotidiana, alguien como cualquiera que fotografía un desfile, un accidente o un incendio, un aficionado con interés en tomar fotos en la vía pública. Eso es legal si vivimos en democracia; impedir el tránsito y lesionar personas no lo es.

Debo señalar que, pese a caminar entre decenas de manifestantes, nadie me atacó. Quien me causó la herida fue uno de los sindicalistas de ATE que lideraban la protesta, los que precisamente por su rol de dirigentes en el hecho deberían ocuparse de cuidar el orden y prevenir excesos y quienes, al verme sangrar, se alejaron cobardemente para evitar ser identificados. Seguramente alguien los reconozca. En otra fotografía, mágicamente disparada en el momento del arrebato, se puede ver cómo fue la agresión. La herida provocada, afortunadamente leve y constatada por un médico, fue declarada en la denuncia por lesiones y daños que he realizado.

 

Guillermo López Chamadoira

DNI 10.103.185

Neuquén



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