Hace aproximadamente siete años de mi domicilio en Roca nos robaron varios elementos entre los cuales se encontraba una chequera del banco con el que trabajábamos.

Inmediatamente se hizo la denuncia y se presentó al banco para que tomara los debidos recaudos. Meses más tarde la sucursal de esa entidad en la localidad cerró y su cartera de clientes, entre los cuales estábamos nosotros, pasó a otro banco.

Dos años después de ese episodio, un día nos encontramos con las cuentas cerradas por orden del BCRA.

Inmediatamente concurrimos al banco y hablamos con el gerente para pedirle alguna explicación. La única respuesta que recibimos de él en ese momento fue que hiciéramos un mail al BCRA (¡por Dios! ) porque teníamos un cheque devuelto "sin fondos". Sin más, simplemente nos informó que debíamos cubrir el descubierto con el que estábamos trabajando (mi esposo es arquitecto y en ese momento tenía varias obras), devolver la chequera, etcétera. Ni siquiera escuchó que le repetíamos que la única chequera que teníamos era de ese banco... para ese señor pasamos a ser ciudadanos de segunda.

Tuvimos que salir a recuperar los cheques emitidos... bueno, cualquiera sabe el desastre que esto implica. Y nos incluyeron en el Veraz.

Por fin, varios días después pudimos averiguar que ese famoso cheque sin fondos provenía de la chequera que años atrás nos habían robado y que un empleado del banco, por error, en lugar de rechazarlo por "robado" lo había hecho por estar la cuenta "sin fondos". Simple como eso, pero nos complicó la vida a más no poder.

Comenzamos nuestra peregrinación, primero por Defensa del Consumidor (varias audiencias a las que ninguno de los dos bancos se dignó a presentarse). Finalmente, después de cinco años llegamos al mediador, con el que repetimos las audiencias sin que en ninguna de ellas (perdón? creo que a una fueron) se presentara ningún representante de los bancos. Y esto sin contar que desde hace cinco años vivimos en Cipolletti y las audiencias son de mañana, en Roca? nuestro tiempo, la incomodidad, los gastos de traslado y el trabajo evidentemente nadie los tiene en cuenta.

Nuestro siguiente paso es comenzar un juicio que nos anticiparon que va a llevar, como mínimo, dos años y que obviamente continuaremos.

De más está decir que en estos cinco años hemos seguido viviendo, abriendo cuentas, sacando créditos... y en cada uno de esos trámites nos hemos encontrado con la mirada desconfiada del que nos atendía, ya que en algunos casos hasta seguíamos figurando en Veraz; teníamos que presentar la demanda y ahí se destrababa la cosa.

Ahora bien, el último bocadillo. Todo esto lleva cinco años y seguramente dos años más de indiferencia absoluta y complicaciones en nuestra vida. ¿Y quieren saber algo? La última audiencia con el mediador la tuvimos hace 15 días. Diez días después el juez le había regulado honorarios, los que obviamente debimos pagar de inmediato nosotros? no los demandados.

Evidentemente la Justicia funciona a la velocidad de la luz para algunas cosas pero para otras tarda años, ¿no? Justicia, divino tesoro... ¿para quiénes?

Patricia Brunello

DNI 14.598.696

Cipolletti