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Queremos plantear algunos interrogantes y llamar a la reflexión, a modo de anticiparnos a hechos que continúen causando dolor injustificado e irreparable. Y también decir ¡basta! a tanta desidia y destrucción. Somos amigos de José Diego y familia. Juntos transitamos desde hace mucho tiempo jornadas de trabajo en la docencia, de militancia gremial y fundamentalmente de experiencias de vida. Lo conocemos a "Pepe" y damos fe de su integridad como persona, de su nobleza como amigo, del amor a la familia y del apego a su pueblo, Plottier.
Vemos cómo vuelven los mismos dedos acusadores que en forma anónima usan la difamación y el agravio como elementos inquisidores para intentar negarle la posibilidad de rehacer su vida en paz y de ver crecer a su hija, que es el peor castigo para un padre. ¡Desde qué lugar moral y político ciertos individuos se arrogan el derecho de ser los sustitutos de las instituciones para imponer sus verdades? ¿Creen que la sociedad los ha legitimado para hacer justicia por mano propia y proceder al linchamiento público? Acaso, el recurso sofisticado de emplear punteros y/sicarios a sueldo para resultados configuran flagrante acciones delictivias ¿nos garantizarán más y mejor justicia?
No desconocemos que en estos últimos años la justicia fue llevada al banquillo de los acusados en reiteradas ocasiones. Y no justamente por su ecuanimidad, ni por su buena administración, mucho menos por su independencia e imparcialidad. Pero es justo señalar que desde algunas "ongs", conscientes de la insatisfacción social existente con la justicia, se han iniciado "procesos paralelos" que han alimentado el descrédito de la misma, fomentando una sospecha generalizada, fundamentalmente en casos en que la decisión judicial no haya coincidido con esta suerte de "proceso paralelo" cuya tendencia es empujar a la opinión pública a optar por su verdad, en definitiva, por "su sentencia", como única garantía de hacer justicia.
Porque lo conocemos, confiamos y siempre creímos en "Pepe", hoy levantamos nuestra voz hartos de tanta injusticia, en principio para estrecharnos en un solo abrazo solidario con el amigo y compañero.
Stella Maris Villar, DNI 13.813.327
Néstor Dante Scarafoni, DNI 11.169.090
María Griselda Meisegeier, DNI 11.383.889
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