No puedo ni debo, de acuerdo a los valores morales que mis mayores me enseñaron, pasar por alto la carta de lectores publicada por el Sr. Jorge Álvarez Funes el día 26/9/08.

Agradezco en nombre mío y en el de mi familia sus buenas intenciones presentándose como vocero de la familia, a la cual en ningún momento se consultó ni se informó sobre este tema. Esta carta me ha dado la oportunidad y la fuerza para hacerme presente y dejar en claro un montón de aspectos con respecto a la figura de ese ser tan especial y caro a mis sentimientos que fue mi abuelo y que parece ser que determinada gente que conforma la comisión de homenaje al Dr. Gregorio Álvarez parece desconocer, más allá de formar parte de la familia.

La que suscribe, Fidelmira Álvarez Alfaro, en representación de la familia directa de don Gregorio Álvarez, hace conocer a la comunidad neuquina que en ésta, mi ciudad y tierra natal, no solamente resido yo, con mi hijo, sino que además también reside su hija mayor, Nélida Eloísa, que es mi madre. Asimismo, en la ciudad de Buenos Aires reside su otra hija Zulema Edith, los 4 hijos de quien fuera su hija (fallecida) Nidia Ofelia y tres bisnietos y en el exterior sus otros dos nietos, hijos de Zulema, con 5 bisnietos y dos tataranietos.

Me ha generado impotencia y desazón, en diversas oportunidades, haberme enterado de algunos homenajes realizados en su honor, a los que concurrí, por el diario. De la comisión de homenajes, la única persona que ha tenido la deferencia de cursar invitaciones a toda la familia y brindarles la oportunidad a aquellos que viven distantes de hacerse presentes con una nota ha sido la Sra. Elsa Becerra.

También me entristece comprobar cada año que soy la única que llama a LU5 para recordar a don Gregorio, en el Día del Maestro, en el Día del Médico y para su natalicio. Creo que la provincia entera debería recordarlo, ya que él fue el primer maestro y médico neuquino, ejemplo de tesón y perseverancia.

Creo que, más allá de estas situaciones creadas y que generan disputas entre partes a nivel figurativo, no hace más que empañar la obra académica de mi abuelo a lo largo de su vida y en beneficio de su provincia, por quien tanto hizo.

A mi juicio, la comisión de homenaje debería abocarse no solamente al recuerdo de su legado humano, médico y académico sino a la difusión del mismo en el ámbito de toda la provincia y en el área de la educación.

Fidelmira Álvarez Alfaro

DNI 6.645.753

Neuquén