Hace siete años tuve una hija no consentida de una relación ocasional. La niña desde su nacimiento hasta los tres años pasó los fines de semana conmigo, pero el infierno comenzó cuando yo conocí a mi esposa actual.

Fue allí entonces que la madre de mi hija decidió que esto era perjudicial para la niña y que yo ya no debía verla. Me negué por completo a acceder a esta petición. Esto no parece extraño pero sí lo que pasaré a contarles: la madre de mi hija trabajaba y lo hace actualmente en un estudio jurídico para una "abogada sobrina de un conocido político de esta ciudad de Neuquén". Esto fue para mí más que terrible.

Ante la negativa de no poder ver a la niña, recibí amenazas, golpes, insultos e incluso me advirtieron que me podían hacer desaparecer cuando quisieran, al igual que a mi camioneta. Curiosamente, tres días después me la robaron, jamás volví a saber de ella. Ante la desesperación y el pánico a que la situación me llevó, accedí a todo cuánto ellas pedían que firmara. Todo parecía tranquilo pero hoy, cuatro años después de no haber podido ver a mi hija, me llama esta "abogada de conocido apellido" para decirme que tengo que firmar unos papeles donde yo renuncie a todos mis derechos y autorice a mi hija a salir del país, me negué y comenzó otra vez el poder de esta "abogada", me dijo que: "Si no firmás ya no me importa, la jueza lo hará por vos","diremos que hace cuatro años no ves a tu hija y será suficiente para conseguir lo que queremos".

Decidí no seguir hablando con ella, pero el día martes 2 de este mes, a las 17:30, esta abogada llamó a mi domicilio particular e interrogó a una niña que fue quién atendió, intentaba saber los movimientos de mi señora y de mi pequeña hija de un año; esto me llenó de pánico, temo por la integridad de las mismas.

Recurro a este medio porque como ciudadano apelo más a la unión del pueblo ante la injusticia y no a la influencia de un apellido para ejercer injustamente el poder.

Federico Morales

DNI 29.554.019

Neuquén