Como habitante de la ciudad de Neuquén necesito expresar la impotencia que siento frente a la desidia de los políticos que están frente a los órganos de gobierno de esta capital, que en vez de interpretar e identificar los necesidades de la población, y así lograr que la situación actual pueda cambiar, sólo especulan a través de promesas electorales para luego dejarlas en el olvido. En lugar de promover estructuras sociales y culturales autosuficientes, sólo se generan modelos de dependencia.

Hace una semana, un espacio destinado a uso público en la intersección de las calles Boerr y Obrero Argentino ha sido ocupado por gente que, movilizada por falsas promesas electorales de que conseguiría un lugar donde vivir, ha decidido actuar de esta manera como única solución a su problema habitacional.

Además, aquí no sólo están en juego los derechos de quienes fueron convencidos y engañados por los políticos de turno sino también el derecho de la gente que adquirió, con el esfuerzo de su trabajo, los terrenos para su futura vivienda.

Lo más preocupante es que el gobierno, tanto municipal como provincial, que debería asumir un compromiso con el desarrollo del ser humano en un contexto de inclusión social y equidad, sólo denota una ausencia absoluta de capacidad de resolución de este problema tan importante que afecta a la ciudad de Neuquén.

Pablo Juaneu, DNI 26.645.733

Neuquén