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"Hay que educar para evitar accidentes"

A un año del accidente de Dolores y de la reciente tragedia de Olavarría, me pregunto sobre las verdaderas causas. Seguramente no es una sola. Todo suma: cansancio, fallas de señalización, desacostumbramiento a la intensa actividad ferroviaria que alguna vez tuvimos, pero sin dudas falta de capacitación y exceso de imprudencia.

Sin ninguna duda es más seguro viajar en avión o en tren que hacerlo por carretera, máxime con el estado de nuestras rutas, la sobrecarga de las mismas y, una vez más, la falta de educación vial.

Actualmente transita por las vías férreas del Alto Valle el tren carguero que opera el concesionario Ferrosur. A nadie escapa que no se cuenta con señaleros ni advertencias sonoras ni luminosas en los numerosos pasos a nivel, ni los antiguos alambrados que amigos de lo ajeno hicieron desaparecer.

Estamos próximos a contar con el servicio del Tren del Valle y ya se habla de restablecer el que uniría Constitución-Zapala. Evidentemente, más probabilidades de accidentes, lo que no quiere decir que haya que condenar esos avances que ayudarán a descongestionar las rutas de nuestra zona, pero ¿cómo adaptarnos a convivir nuevamente con el tren?

Téngase en cuenta que un tren carguero que circula a 40 km/h requiere de unos 200 m para detenerse, mientras que un coche-motor de los que operarían entre Senillosa y Chichinales, circulando a igual velocidad, podría hacerlo en 25 m. Ambas distancias, además del impacto, son más que suficientes para que por simple arrastre nos deje muertos, heridos y vehículos convertidos en chatarra.

Hoy es dable observar sobre las vías: vehículos en espera de la habilitación de semáforos, gente que estaciona en la zona del Parque Central, peatones de toda edad que deambulan.

Vale entonces preguntarse a quién corresponde volver a educar a los adultos y capacitar a la juventud sobre los riegos que entrañará la creciente y bienvenida actividad ferroviaria. Seguramente, no hay recursos previstos en los actuales presupuestos provinciales o municipales, pero habrá que actuar diligentemente para no tener que derramar lágrimas evitables. Espero de las autoridades la campaña de educación y prevención de accidentes ferroviarios, que merecemos los valletanos.

 

Carlos J. Wouterlood, DNI 5.399.833

Neuquén



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