Sin perjuicio del enorme respeto que tengo por la periodista Alicia Miller me atrevo a discrepar en relación a un par de apreciaciones de su artículo titulado "¿Cómo interpretar el Código Penal?", publicado en el diario Río Negro con fecha 17 de setiembre del corriente año.

En tal sentido digo que a partir de la concepción en el seno materno, comienza el milagro de la vida. Absoluta, total, exclusiva, excluyente y única. El derecho a la vida es el derecho de los derechos, el que da origen a todos los demás. La vida es nuestra y nadie puede disponer sobre ella.

Así luego de la concepción en el seno materno nadie puede resolver si debemos vivir o morir salvo Dios.

La persona por nacer fruto de un hecho aberrante, de una violación, es absolutamente ajena e inocente respecto del delito.

Tiene el derecho absoluto e indisponible a luchar por su vida. Nadie por ningún motivo puede motivar su muerte.

Puede aparecer como un concepto antifeminista, reaccionario. No es así, es la esencia del respeto de los derechos humanos. Si no respetamos el derecho a la vida de la persona por nacer, ¿qué respetaremos?

Son dos hechos distintos pero no incompatibles. La madre tiene el derecho a no cuidar ni criar al hijo fruto de la violación. La persona por nacer tiene todo el derecho a luchar por su vida. Nadie se lo podría quitar. Con las palabras que quisiéramos utilizar, si troncháramos esa vida estaríamos cometiendo un homicidio.

Reitero mis respetos a la periodista autora de la nota. Pienso simplemente que en este punto debe votarse en favor de la vida.

Héctor Luis Manchini

DNI 7.779.947

Abogado

Zapala