Sin ánimo de crear un desgaste intelectual, aún seguimos sentados esperando al Mesías o marchamos hacia la tierra prometida construyendo un mundo mejor. Son las prédicas que aún siguen vigentes.

Esta sintonía mundial es inédita por aquí. Parece que al no ser alcanzados por los males del mundo, guerras, hambrunas y males ecológicos, los argentinos creamos nuestro propio "Katrina" y derivados, quemando campos, haciendo piquetes, cortando rutas y destruyendo los pocos bienes que nos quedan. Matándonos y robándonos unos a otros impiadosamente.

En este inventario tenemos una vejez lastimera, juventud desorientada, educación decadente y una política ausente. Trabajadores y jubilados con sueldos que son el uniforme de la pobreza.

Si este vademecum pensamos que será nuestra salvación, es hora de despojarnos del lastre sin tocar otros "rubros" como justicia y seguridad con puertas giratorias. De seguir así no seremos el país que deseamos, pero sí el país que no queremos.

Carlos H Donoso

DNI 6.911.061

Neuquén