Tiempos en que integraba como Juez de Cámara el Tribunal Oral de Zapala. Se somete a juicio un caso de abuso sexual. A mi juicio no quedaban dudas de que el hecho debía calificarse como abuso sexual agravado. Desde mi punto de vista era un hecho aberrante y con entidad para provocar en la víctima, además de los padecimientos naturales del ilícito cometido, el daño psicológico irremediable que genera la muerte del alma.

Mis colegas no compartieron el criterio propuesto y con un desolado voto minoritario los victimarios fueron condenados a una pena leve y en suspenso. Esto es quedar en libertad.

La impotencia y frustración ante la falta de recurso alguno de la víctima, por no ser parte en el juicio, me llevó a escribir una nota que titulé "Una mesa de tres patas", que fue publicada por el diario "Río Negro" con fecha 30/10/ 2007.

Posteriormente insistí sobre el particular con artículos y cartas de lectores entre ellas la que titule "El defensor de la víctima" ("Río Negro" 29/7/2008) donde ponía de manifiesto que sólo uno de los casos de abuso sexual denunciado llega a una sentencia de condena, reclamando en todos los casos que los legisladores previeran la figura del Querellante particular, del Defensor de la víctima.

Hoy leo con alegría en el diario "Río Negro" que la Legislatura neuquina ha sancionado la ley que contempla el supuesto del querellante particular en los delitos de abuso sexual de menores, incorporándola al Código de Procedimiento Penal de la Provincia del Neuquén. Una excelente noticia que celebro.

Héctor Luis Manchini, DNI 7.779.947

hectormanchini@gmail.com

Zapala