>
"Hay otra versión de la historia tan tergiversada"

Los defensores de Roca deberían intentar integrarse a la democracia y también respetar que hay otros que escriben otras versiones de la historia.

He leído en las cartas de lectores de los días 17/8/08 y 25/8/08 sobre la defensa de Roca y su "gesta", contra el avance del "mapuchismo". Todavía hay que luchar durante mucho tiempo contra los resabios autoritarios.

La sociedad tiene derecho a saber que no sólo hay una verdad, que hay otra versión de esta historia tan tergiversada, que confunde la verdad de los hechos y sus actores.

Roca con su "campaña militar", incluida la Iglesia, es uno de los que a mi juicio invadió tierras, violó mujeres, asesinó niños y ancianos transformándose en el más grande genocida de nuestra naciente patria.

En una mesa entre cuatro o cinco "personas" se distribuyeron la Patagonia y todo bicho animal y humano que se atreviera a beber y comer de ella.Una de esas personas era un tal Martínez de Hoz, ascendiente del cómplice ministro de Economía del último Proceso militar, segundo de los más grandes genocidios.

Bienvenidos los concejales de Ingeniero Huergo y Neuquén por la iniciativa que emprendieron en estos días.

Bienvenidos sean los que instalan el debate sin intensiones de revanchismos, con la sana idea de mostrar otra versión de las verdades y sucesos del pasado; eso nos impulsará a un futuro más claro y preciso.

Si bien poblar y conquistar la Patagonia tarde o temprano debería y aún se debe lograr, lo que debemos consensuar, elegir y discutir son las formas respetando las instituciones.

Con mucho esfuerzo vivimos en este suelo con libertad y todos deberíamos tener los mismos derechos, incluidos los mapuches, derecho a internet, a la tevé, a los celulares, a los automóviles, al confort, a la salud, a la educación. ¿Es que se creen que deben vivir como antaño? ¿No es esto todavía un pensamiento de discriminación y supresión? Es más, deberíamos esmerarnos para incluirlos en igualdad.

Deben vivir donde ellos elijan, ya sea en un departamento en Buenos Aires difundiendo sus culturas como Aimé Painé o por estos lugares donde habitaron, como uno más.

Ese argumento de querer hacer enfrentar a los mapuches entre ellos es poco "democrático", puro conventillerío, discriminatorio y ofensivo, y manifiesta la no aceptación de esta realidad donde todos deberíamos tener el derecho que "ignoraba" el señor Roca.

Es un desequilibrio pensar en comparar a Aimé Painé con Roca, no hay ningún punto de coincidencia. Comenzando por tiempos históricos, continuando por el espacio, jamás podremos encontrar un solo punto de comparación.

Si disfrutar de Charly García y Maradona es ser un imberbe me agrada serlo. Pero... bueno.

Lo que importa es que el debate está. Por mi parte estoy convencido y voy a trabajar por el cambio de nombre que llevan las referencias, calles, plazas, billetes y monumentos, como ese vergonzoso que hay en las bardas en la margen del río Negro, frente a la isla de Choele Choel, que no se atrevió a cruzar porque las aguas eran muy torrentosas.

Se debe comenzar a cambiar el nombre a esas referencias y sobre todo revisar parte de nuestro himno de Río Negro, evitando cantar ciertas frases opresoras, como también dignificar a la ciudad de Roca cambiando su nombre. En mi libro de poesías "Internet al interior" pido perdón por el genocidio que cometieron los colonizadores españoles. "Desde siempre" estuvieron en esta Patagonia que era un todo en América del Sur y desde siempre tienen derecho a residir. Allí asumo mi compromiso social, donde se incluye esta parte de la historia.

Después de leer tantas palabras de agravio gratuitas en esas cartas, es difícil disimular la hipocresía expresando profundo respeto por los mapuches.

Dejemos la libertad de elección a sus placeres dionisíacos si es su creencia. No soy un idealista extremo, sólo me desvela el derecho y la igualdad.

No es la intención tratar de difamar a nadie, muy lejos de eso estoy. No juzgo la historia ni juzgaré el futuro elegido, trato de develar los actos de un genocida para que mis hijos, y los de todos, no se eduquen con una historia distorsionada por historiadores cómplices.

No trato de eliminar la historia, busco que aflore la verdadera. No soy de una generación de engendros resentidos e incapaces, quiero vivir en libertad e igualdad.

No sé de los pasos de Hércules, Ménades, Baco o los Faunos.

No soy un historiador, sólo soy un carnicero que quiere convivir entre los mapuches con reivindicaciones un poco tardías y respetuosas.

Miguel García, DNI 14.554.218

mjgarcia@canaldig.com.ar

San Antonio Oeste



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí