Hay un refrán chino que dice que, siempre, en todos los casos, hay que tratar de tomar el camino del medio, y esto no es mediocridad, es equilibrio, y sí que lo hacen. Creo que a ello se debe su gran desarrollo: juntaron el comunismo y el capitalismo con todos sus matices, buenos y malos, le marcaron la senda del medio y lograron lo que es hoy, y lo que van a ser en un futuro inmediato: una gran potencia.

En nuestro país, los políticos, militares, sindicalistas, economistas, etc. y todo el pueblo en general, nos manejamos en los extremos. ¿Qué es lo que falla?, ¿falta de equilibrio emocional?, ¿una cuestión genética racial?

Los políticos cuando están en el poder, principalmente los presidentes, o son demasiado dadivosos, para quedar bien con medio mundo, menos con los argentinos, caso Menem y otros que mal vendieron compañías estatales principalmente YPF, Aerolíneas, etc, sin importarles el daño que hacían al país, o se manejan con gran intransigencia, como son actualmente quienes nos gobiernan.

Los militares tomaron el poder por la fuerza durante décadas, y se cansaron de cometer actos de gran extremismo: ataques armados contra el pueblo en los años '50 (bombardeos en el año '55; fusilamientos en el año '56); luchas armadas entre ellos en la década del 60; entre azules y colorados; despedir de las universidades nacionales a los más importantes científicos que tenía el país; desastres económicos y genocidios durante la década del '70; guerra de las Malvinas año '82. Así, perdieron toda credibilidad.

Los sindicalistas tienden a matar a la gallina de los huevos de oro: tensan la cuerda al extremo, principalmente los gremios de compañías estatales (FFCC, Entel, YPF, Aerolíneas, etc.) que prácticamente desaparecieron, junto con funcionarios, políticos corruptos, hicieron lo posible para que no funcionen como es debido, pidiendo cosas extravagantes que afectaban el buen funcionamiento de las empresas.

Los sindicatos en el ámbito privado logran equilibrio con la patronal: no todo lo que se pide se puede dar.

Los economistas, no todos, que tuvieron gran preponderancia en el pasado, hicieron lo posible, junto con los políticos o militares que los apañaban, en destruir gran parte de lo que era productivo para el país: industrias, desarrollo tecnológico, campo. Todo significaba un gran porcentaje de mano de obra ocupada. En la cima se encuentran Martínez de Hoz, Cavallo, etc., su gran aporte fue liberar desproporcionadamente la economía, dólar barato, y pedir préstamos al exterior que resultaron impagables. No se puede entender.

Siempre pensé que si había que escribir la historia de la estupidez humana, desde el año '55 a la fecha, a la Argentina le corresponden varios tomos.

Pero dejando de lado el sarcasmo, tengo un hilo de esperanza, siempre veo el vaso medio lleno. Nuestro país tiene grandes riquezas materiales y humanas y tuvo grandes hombres que hicieron todo lo posible para construirlo: San Martín, Belgrano, Rosas, Yrigoyen, Perón, entre los más destacados.

Pensadores de la talla de Jauretche, Scalabrini Ortiz y muchos otros.

En el seno de nuestro pueblo existen hombres y mujeres capaces, con patriotismo y sentido común, es necesario descubrirlos y lograr entre todos el camino del medio.

¿Es mucho pedir?

Aldo O. Guichal, LE 4.576.461

Viedma