Al recorrer las calles de la ciudad de Neuquén se puede notar en sus diversos espacios públicos una lamentable dejadez, consecuencia de la desocupación e inacción de parte de los responsables y encargados de mantenerlos en correcto estado.

Corresponde decir que no a todos los lugares los aqueja la misma realidad y tampoco son atendidos con la misma intensidad, como la Plaza de las Banderas y su gran bulevar o el Parque Central de la ciudad, espacios naturales de esparcimiento de toda la ciudadanía neuquina, suelen estar relativamente bajo un cuidado más intenso, que los hace más agradables y amenos a la hora de disfrutarlos, y es lógico debido al grado de concurrencia, a pesar de que la atención tendría que ser con la misma energía para todos.

Pero cuando nos alejamos de estos espacios la realidad es otra y el desentendimiento es la regla y no la excepción. En distintas plazas y espacios ubicados en barrios de la periferia neuquina parecen ser lugares que no se limpian, que no se riegan, que no se les corta el pasto, que se deja a la suerte de la vegetación al factor climático, en fin, pareciera que no merecen demasiada atención.

Todos los espacios de la ciudad, como los norte, sur, este y oeste, merecen ser cuidados y puestos en igual categoría a la hora de preservarlos y dejarlos en condiciones para que puedan ser aprovechados por sus dueños, los ciudadanos del municipio de Neuquén.

Esto implica que sus luminarias iluminen, que el mobiliario urbano esté en condiciones y supervisado, por lo menos por una cuestión de seguridad los juegos donde los de más corta edad pasan sus tardes y, sobre todo, que esté siempre el espacio público a disposición de cualquier ciudadano para que sea aprovechado y utilizado de manera que no se altere el orden público, y que no de manera arbitraria cualquier grupo con diferente razón social y motivación lo ocupe y lo maltrate, para que una vez pasado el problema de coyuntura, sin más preocupación, lo abandonen a su suerte, sin contemplar si algún daño fue realizado o no, ya sea pintura en aerosol, roturas de algún tipo o destrozo alguno.

El espacio público no se limita a un puñado de lugares que dependiendo la época del año merece más o menos atención y dedicación, es una obligación del organismo competente en el asunto tenerlos durante todo el año a disposición de los ciudadanos en óptimas condiciones, para que sea disfrutado y aprovechado.

Ojalá seamos todos los vecinos testigos de un cambio que implique mayor responsabilidad por parte de los encargados de los espacios públicos para con el área de su trabajo.

Guido Pedro Brúveris

DNI 31.478.006

Neuquén