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"Tras el blíndex de la vergüenza"

Voy siguiendo por estos días el primer juicio oral contra ocho represores que actuaron en la región durante la última dictadura militar.

Y mientras escribo estas líneas, vuelvo hacia atrás en el tiempo, porque tengo frente a mí una foto de aquella época junto a mis hermanas. Setiembre del '76 se lee en los márgenes de aquel instante revelado.

Y trato de dejar que esa mirada que es mía, me hable, me cuente, pero sus apenas dos años de vida poco saben de lo que transcurre en ese tiempo-espacio.

Quizás sea yo a mis 33 la que hoy le hable y le cuente a esa niña, a esa familia, a esa sociedad que, por si no sabían, por esos días, por esos meses, por esos años se vivía el terror de Estado, el horror de los secuestros, de las torturas más crueles e inimaginables en centros clandestinos de detención.

Mujeres y hombres con sueños y luchas comunes; profesionales, estudiantes, obreros que por intentar oponerse a un sistema político, económico y social de exclusión que venía consolidándose, iban cayendo sin ningún tipo de garantías, una tras otra, uno tras otro, en las manos oscuras y resecas de muerte de estos hombres: los que fueron cómplices, los que invadieron las casas por la fuerza, los que asintieron, los que ocultaron, los que escucharon los gritos de espanto, los que torturaron, los que se apropiaron de bebés, los que siguen callando, los que hoy protegen sus largos años vividos en total impunidad, tras el blindex de la vergüenza.

Nací en esa noche oscura, en esos años de silencio cómplice, temeroso o desinteresado, y me siento parte de esa mezcla de nombres, sueños y edades detenidas. Porque mientras lloraba de vida, ya se venía moliendo el dolor, ya se iba gestando el plan de exterminio y desaparición de una generación pensante, imbuida de solidaridad y deseos de cambio.

Aspiro a que seamos una sociedad despierta, atenta, que no olvidemos ni acallemos los dolores colectivos, la historia común; que le demos continuidad a esos ideales en nuestros días, en pos de un orden social más justo, contrario al individualismo y a la derrota, como tantas y tantos lo soñaron. Celebro los incipientes atisbos de justicia que comienzan a iluminar.

 

Mariela Emilia Lozano,

DNI 23.918.699

Roca



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