Por este medio me dirijo a todos los neuquinos lectores de este diario para compartir el dolor que nos aqueja a los hijos de hombres y mujeres que poblaron estas tierras en pro de su crecimiento y en la que dejaron su impronta.

Nuestra ciudad ideada, soñada, forjada, planeada y proyectada a principios del siglo XX hoy está colapsada, lo mismo que sus servicios. ¿Cómo podían imaginar Bouquet Roldán y Talero que hoy no tendríamos lugar para nuestros deudos?

En efecto, Eduardo Talero escribió en uno de sus relatos que en cierta oportunidad había encontrado a Bouquet Roldán dibujando la ciudad. Entonces le comentó: "¡Algo falta: el cementerio!", a lo que Bouquet Roldán replicó: "En primer lugar, aquí no admito moribundos; en segundo lugar, si alguien cometiera el adefesio de morirse, su ubicación está prevista".

-¿Y dónde será ese lugar? -inquirió el poeta colombiano.

-Allá arriba, allá lejos, sobre aquella colina. Hemos resuelto que los que aquí se mueran suban a la tumba. Así quedamos bien: nosotros junto al agua y ellos, cerca del sol.

Este relato parecía predecir lo que nos está ocurriendo a los neuquinos con la aplicación de la ordenanza 10.407 (reglamentación según decreto 531/08), mediante la cual se establecen nuevas maneras de conducirse respecto del espacio ocupado por nuestros seres queridos en el cementerio. En concreto, los restos que yacen allí desde hace más de 30 años deben ser cremados indefectiblemente. Es evidente que el cementerio del centro está atiborrado, pero cabe preguntarse qué hicieron las autoridades de turno de los distintos concejos deliberantes para prevenirlo, por qué no se asignan tierras y se construye uno nuevo, por qué no se levantan con previo consentimiento de familiares -si los hubiera- las tumbas de tierra ubicadas en el ala izquierda del cementerio y se aprovecha el espacio para construir galerías subterráneas, nichos en distintos pisos.

Señores, en todas las épocas de la historia los hombres adoraron y veneraron a sus muertos. ¿Por qué no dejan que nuestros muertos reposen en paz?

Beatriz Carolina Chávez de Watkins, DNI 6.251.256 

Neuquén