Con enorme preocupación hemos recibido la información periodística que daba cuenta de que Alcalis de la Patagonia (Alpat) ahora pedirá autorización para arrojar sus desechos al mar en el golfo San Matías con el argumento de que su destino actual en el bajo "El Riñón", a pocos kilómetros de San Antonio Oeste y de Las Grutas, podría ocasionar mayor daño ambiental en un plazo no muy lejano.

Esta insólita noticia, que afecta directamente a todos los pobladores de esta zona atlántica y pone en peligro sus actividades más genuinas y perdurables como la pesca y el turismo, nos conmueve, confunde e inunda de perplejidad, aun cuando oportunamente lo anticipáramos a través de sendas cartas de lectores tituladas "La pesadilla de Alpat" (24/5/04) y "Alpat, la espada de Damocles" (27/1/05). Hoy debemos confesar que hubiéramos preferido equivocarnos, porque lamentablemente resultaron premonitorias.

Va de suyo -y cabe señalarlo una vez más- que no estamos caprichosa o antojadizamente en contra de dicha empresa -y menos aún de las esforzadas familias sanantonienses- sino que denunciamos cómo con la metodología subliminal de blandir el escudo humano de la fuente laboral y de la sostenida campaña de imagen basada en la preservación del medio ambiente se avanza inexorable y peligrosamente hacia el precipicio de la contaminación y la muerte. Está claro que en verdad sólo nos asiste la mejor y más sana intención en defensa de la comunidad y de su "hábitat natural" a perpetuidad.

Por ello no podemos obviar nuestro beneplácito al escuchar otras voces coincidentes, aunque más autorizadas, como las de la ong ambientalista Inalafquen, de San Antonio Oeste, en la persona de su presidenta, Mirta Carbajal. Esperamos con optimismo que ello movilice a otras similares, así como la de las asociaciones intermedias y la de profesionales idóneos, de modo de generar una fuerza homogénea y poderosa de resistencia a favor de la calidad de vida y de los intereses supremos del soberano.

En ese orden de ideas, aguardamos confiados que el Consejo de Ecología y Medio Ambiente (Codema) haga lugar a la participación selectiva de tan conspicuos representantes para enriquecer y fortalecer un eficiente funcionamiento autónomo, ejerciendo así con mayor autoridad y solvencia el poder de policía (auditorías y/o inspecciones con "tolerancia 0"). Así se podría llegar incluso, si fuera necesario, a la interrupción de las actividades y/o a la clausura temporaria de la planta hasta tanto se satisfagan las exigencias sobre el blindaje del reservorio en el bajo "El Riñón", de manera de ofrecer las garantías y seguridades inequívocas ya ofrecidas en la recordada y promocionada audiencia pública que le dio "luz verde" a la puesta en marcha de la planta.

Por último, invitamos a todos nuestros conciudadanos a involucrarse en esta "patriada", en especial pasando revista a los gobernantes y políticos. En suma, esperamos que digna y valientemente estén a la altura de las circunstancias y asuman plenamente sus responsabilidades frente al pueblo.

Sonia Marta Cippitelli, LC 3.682.042

Rubén Martín Aranzábal, LE 5.443.231

sonara64@yahoo.es

Las Grutas