Estoy cansado de ver, leer y escuchar las opiniones que intentan fundamentar la "traición" que el vicepresidente le hizo al pueblo argentino.

Sí, lo llamo "traición", porque está apoyando a un sector que no necesita apoyo de ningún tipo: a ellos sólo les interesa tener ganancias y no está mal, lo que sí está mal es que la única vez que la presidenta les pone retenciones para empezar, de una vez por todas, a redistribuir la riqueza en nuestra nación, ellos se convierten en "piqueteros" y se burlan del método de lucha que nació en los '90 por razones mucho más vitales que unos puntos porcentuales en las retenciones.

Si este sector del campo da tanto al país como pretenden hacernos creer por sus medios de comunicación, entonces me gustaría ver las estadísticas de, por ejemplo, la cantidad de planes sociales en la Pampa Húmeda (o en las regiones netamente sojeras); si es verdad que dan tanto debe ser que por esas zonas no hay pobreza y la cantidad de planes sociales debe ser casi insignificante.

Que me digan por qué mientras ellos cortaban las rutas y desabastecían el país seguían exportando y llevando las cargas por ferrocarril, ¿por qué no cortaban las vías también? Yo no represento a nadie, pero creo que debemos ser un par de millones los que elegimos seguir con el modelo que el compañero Néstor Kirchner inició y lo refrendamos apoyando a la compañera Cristina, los que estamos hartos de recibir este bombardeo de noticias totalmente cargadas de ideología y parcialidad y que encima apoyan a la oligarquía.

Sepan, señores, que los que tienen grandes espacios televisivos, radiales y en los medios gráficos no necesariamente dicen la verdad; en todo caso dicen su verdad relativa o lo que les dice su director que digan. Coincido en que fue un momento histórico pero nosotros, los que apoyábamos las retenciones, lo hicimos basados en nuestras convicciones y nuestro sueño de ver reinar la justicia social en la Argentina.

Los que defeccionaron van a quedar en los libros de historia -si es que los nombran- como traidores del pueblo, van a tener que mirar a los ojos a los pobres y decirles "Yo estuve en Rosario, en la plaza a los españoles, y acampando en la plaza junto a las cuatro entidades para que vos siguieras viviendo en tu situación".

Un capítulo aparte merece el triste papel que jugó en la crisis la oposición. Debo admitir que me hicieron reír, los felicito por ese momento. Nunca creí ver juntos a Menem, Morales, Cobos, Carrió, Macri, Castells, Duhalde, Rodríguez Saá, Barrionuevo, Verani, Lores y demás especies similares.

¡Ay, mi general! ¿Dónde quedaron los principios? Bueno, hablo de los compañeros; el resto era previsible. Sigan en la Rural, sigan autoconvocándose y caceroleando que nosotros, desde el silencio y con las convicciones intactas, seguiremos combatiendo al capital.

Juan Pablo Safenreiter, DNI 28.945.965

Neuquén