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"Señores delincuentes, Neuquén es suyo y Argentina también"

No se preocupen por quienes hacen las leyes; en la Legislatura están de fiesta con edificio nuevo de 30 millones de dólares -léase ocho hospitales o quince escuelas o mil casas-. Claro, eso a nadie le importó. Ahora tenemos una nueva aristocracia y un edificio carísimo y espantoso, con grandes sueldos y abundante personal. Pero no se preocupen, eso lo pagamos los giles, como dicen ustedes.

No se preocupen por las leyes, están escritas para ustedes, los jueces se limitan a aplicarlas y darles las "debidas garantías", para eso les pagamos. Y ahora van a tener una flamante "ciudad judicial", que no se diga que no hay justicia.

No se preocupen por la Policía, no tiene recursos, ni patrulleros ni brigadas en las comisarías; como nos explica, tiene las manos atadas y problemas de toda clase si uno de la fuerza agarra a un chorro del brazo... un "exceso" de represión.

No se preocupen por el gobierno nacional, está ocupado viendo cómo manotear las ganancias del campo. Ni por el provincial, "Tierra nueva", "borrón y cuenta nueva".

No se preocupen por los 50 millones de dólares del plan de seguridad; nadie sabe dónde están, pero si los resultados son éstos, Dios nos ayude con el próximo plan.

No se preocupen si con 16 años le meten una bala en la cabeza a un taxista o violan a una madre embarazada; Neuquén es suya, muchachos. Si luego de veinte asaltos, seis violaciones y cuatro homicidios caen presos, si es que hubo "debido proceso", no se preocupen: Zainuco los cuida en la cárcel. Pero, si todavía no alcanza, háganse evangélicos entre rejas; irá la televisión a filmarlos y contratarlos para Gran Hermano.

No sólo Neuquén es suyo, Argentina también.

Además, recuerden que tienen el 2x1 y la "buena conducta"... si hasta Barreda, que mató a toda su familia, consiguió departamento y novia, ¡qué no van a conseguir ustedes, entonces! Tampoco se preocupen por las armas, el Estado se encarga de desarmar a la gente y, si no es suficiente, también a los policías retirados, no sea cosa que alguien se defienda.

Pero no se preocupen, nadie los va a desarmar a ustedes ni les va a pedir papeles. Recuerden esto: si les reclaman algo, ustedes tuvieron una infancia difícil y la sociedad los discriminó por su piel o su barrio de procedencia, aunque muchos sean blanquitos y anden bien vestidos. Ustedes entran a las casas sólo porque tienen "hambre" y, si no los dejan robar o les pegan, los tienen que indemnizar. Recuerden que sus derechos humanos son más humanos que los del laburante. Ustedes tienen mejor prensa. Recuerden a sus amigos en la política o el buen apoyo de abogados conocedores de los vericuetos de la ley.

En fin, muchachos, la Argentina los adora. Aprovechen, que la cosa viene muy bien.

José S. Martín, DNI 18.100.234 - Neuquén



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