En aquella madrugada histórica para la Argentina, después de escuchar la gran mayoría de las exposiciones que los señores senadores realizaron para fundamentar sus votos, tuve la oportunidad de advertir con toda claridad cuál es la actitud de algunos de aquellos políticos que se dicen "representantes" por el sólo hecho de haber conseguido engañar con palabras al pueblo que después lo votó.

Y digo "engañar" porque cuando están en campaña se muestran absolutamente comprometidos con las realidades y necesidades del pueblo, entonces ofrecen, prometen y se comprometen... y después, cuando están en funciones, no hacen más que operar como meros punteros de su partido político, actuando con una inimaginable obsecuencia en pos solamente de sumar puntos para su interminable carrera política, en lo posible en los cargos más altos. Esa impresión me dio (y a muchas personas con las que comenté esta situación) el senador Pichetto al momento de hacer su exposición.

Lo veía retorciéndose en su banca, (que no es suya sino del pueblo de Río Negro que lo votó para que lo represente), preso de una crisis de histeria... y me preguntaba ¿en función de qué está ahí? ¿Está hablando por los rionegrinos que lo votaron? ¡No! Lo único que hizo fue reproducir el casete que le pusieron para que solamente defendiera la postura oficial, sea como sea: pasando facturas, chicaneando, presionando... ¡era obvio que su misión allí era influenciar en la voluntad del Sr. vicepresidente!

Pichetto no mencionó en ningún momento que pertenece a una provincia eminentemente agropecuaria. Al menos, (como lo hizo la mayoría de los representantes describiendo claramente la situación geo-económica de sus respectivas provincias), para que el resto de la ciudadanía sepa que este debate, que toca tan de cerca a las economías regionales, también afecta -y mucho- al productor frutihortícola de Río Negro, al que tantas promesas le hizo durante su campaña.

No es mi intención en este momento tomar partido por una u otra posición en la escena de lo que se discutió en el Senado en ese larguísimo debate; sólo quiero expresar mi decepción ante la mezquindad de ciertos integrantes de esta clase política, por el lamentable espectáculo que dio el senador Pichetto en su desesperación por lograr que el Senado dé por aprobada esta ley de retenciones.... Olvidándose de sus orígenes.

Mi papá, un octogenario a quien muchos conocen y aprecian, inmigrante, pionero, que ama este país con toda su alma porque le dio la oportunidad de trabajar esta tierra con sus manos y que con mucha lucha logró, sin hacerse rico, llevar adelante una vida digna y armar una familia que hoy es su mayor riqueza, con lágrimas en los ojos me dijo: "Cuando yo era muy chico, en la escuela nos enseñaban que ser senador de la Nación era el cargo más honorable que puede alcanzar un ciudadano, porque tiene la enorme responsabilidad de legislar y tomar decisiones sobre el futuro de todo un país...".

María Nélida Cervi

DNI 10.565.629

Cipolletti