En la carta de lectores del día 28 de julio, un vecino de mi ciudad, el Sr. Pablo Olavegogeascoechea realizó ciertos comentarios que a mí entender me parecen un poco objetables, la carta estaba dirigida directamente al senador Pichetto y a su actuar -en su opinión improcedente- con respecto del vicepresidente Cobos en la sesión que definió la suerte de la resolución 125.

Quiero primero resaltar que mi intención no es realizar una defensa del senador sino ir más allá y plantear si fue o no tan digna de admiración la forma de conducirse de nuestro vicepresidente. Me gustaría comentarle a este señor y a los lectores de este diario que Julio Cobos aplaudió y se abrazó a Lousteau luego de que anunciara las retenciones: las retenciones llanas, sin ningún tipo de diferencia con respecto a cada productor.

También para ilustrar, estaba en primera fila ese día aplaudiendo el Sr. diputado Felipe Solá, quien luego -como todos sabemos- votó en contra. Me gustaría también, ya que mi vecino utilizó la palabra convicción e ideal para definir el voto del vicepresidente, citar a la Real Academia Española cuya cita transcribo "Convicción: Idea religiosa, ética o política a la que se está fuertemente adherido" "Ideal: 3. adj. Que se acopla perfectamente a una forma o arquetipo", las elecciones fueron el 28 de octubre, la presidenta asumió el 10 de diciembre y la resolución 125 es del 10 de marzo, ¿tan rápido mudan los ideales y convicciones de los que usted habla? ¿o será que están muy atados a los intereses personales?

Me gustaría también preguntar y preguntarme si realmente este tipo de acciones devuelven la "honorabilidad al Congreso", como usted plantea, ¿o es más bien una muestra del más bajo oportunismo político al que estamos hartamente acostumbrados? La verdad es que yo no creo tener "la verdad", tampoco creo que usted la tenga o la tenga la opinión pública si es que tal cosa existe o los medios o las estadísticas que se difunden, pero sé bien que hay dos ideas que a pesar de entrar en colisión no debe hacer a quienes las sostienen enemigos. Llamar a los representantes del pueblo argentino elegidos por una amplia base de la sociedad y al modelo que han seguido como usted lo hace y citó: "soberbia, patoterismo, mentira y oscuros..." me parece francamente inaceptable y no muy democrático, creo que los argentinos hemos recuperado la democracia pero aún nos falta aprender a ser democráticos, tener una opinión distinta y mantenerla no hace al otro "soberbio" y darnos la razón no convierte a la persona como un "digno portador de los más altos valores".

Gustavo Dinamarca

DNI 28.897.534

Cipolletti