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"El oro, la solución al alcance de la mano"

Como comerciante de Jacobacci quiero preguntarles a las autoridades municipales y provinciales el porqué de esta situación que leo o escucho en los medios o simplemente a través del boca a boca de la gente que habita esta región.

Me he enterado de que nuestro municipio enfrenta dificultades económicas, lo que recae directamente en la gente que allí trabaja -como consecuencia de ello, en el bolichero del barrio y, para seguir la cadena, en los distribuidores-, así como también de que hay problemas con sus proveedores de materiales, alimentos y servicios.

No es mi intención remover o hurguetear en cuentas ajenas ya que apenas puedo con las mías, pero con mi poca experiencia como comerciante veo que tanto a nuestro pueblo como a nuestra provincia "el árbol no los deja ver el bosque".

¿Saben que a 40 kilómetros tenemos un yacimiento de oro? ¿Se pusieron a pensar, señores políticos, en la fuente genuina de dinero que esto significa? ¿Se dieron cuenta de que con el dinero que ingresaría en el pueblo no necesitaríamos papelitos falsos llamados "tickets", ni planes, ni ayuda social, ni deudas de favores ni coparticipación? ¿Pensaron en que si se pudiera negociar el oro no habría cola en el municipio para pedirle una ayudita al intendente y se crearía un efecto inverso: el municipio, en vez de pagar y pagar boletitas, cobraría y cobraría impuestos? ¿Se dieron cuenta de que sería un Dakar todos los días?

Todos los municipios, empresas y organismos privados o estatales tienen problemas de dinero; es normal, porque vivimos en la Argentina... ni nuestra presidenta encuentra la vuelta para recaudar más. Pero ninguna municipalidad del país debe tener una solución económica tan al alcance de la mano como la nuestra.

Quiero dejar en claro que no soy pro-mina, ni autoconvocado, ni ambientalista, ni minero ni nada: simplemente soy un pequeño comerciante que ve día a día cómo nos metemos en un brete de desocupación y asistencialismo; a la larga, nosotros también vamos a estar pidiendo una ayuda social.

Entiendo también la cuestión ambiental y no quiero entrar en la eterna discusión cianuro sí, cianuro no, pero no me cabe en la cabeza que quienes nos dirigen no sean lo suficientemente inteligentes como para encontrarle la vuelta a semejante recurso. Estoy de acuerdo con la ley anti-cianuro en la cordillera, donde los hielos desandan formando arroyos y lagos para los turistas del mundo, y en los valles, donde los ríos son cómplices de las mejores manzanas del mundo. Pero no estoy de acuerdo con que, en plena meseta, una ley nos ate las manos.

Esto pretende ser un llamado a la reflexión.

 

Ítalo Daniel Pascali, DNI 22.866.028

Jacobacci



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