Montesquieu (filósofo siglo XVII) manifestó que, así como para el poder despótico, y entre los de una clase, la monarquía absoluta, el fundamento del sistema es el temor, pues, "la virtud no es necesaria en él y el honor sería peligroso", para la democracia el fundamento es precisamente la virtud. Más adelante agregó:

"En el gobierno republicano es donde se necesita todo el poder de la educación. El temor de los gobiernos despóticos se engendra espontáneamente en las amenazas y los castigos". Conf. Agustín de Vedia. Educación Democrática. Editorial Troquel Buenos Aires, pág. 179 28/09/57.

La virtud es, en definitiva, el amor por la patria y sus leyes. No hay democracia sin ley, sin el respeto por las instituciones, la división de poderes, el reconocimiento de lo diferente -sobre todo- en el campo de las ideas, el bienestar general, entre otros. No deben existir voluntades condicionadas por amenazas o castigos, por promesas de dádivas a futuro o por mejoras desde el punto de vista material. La verdadera batalla se debe producir desde el intelecto y las municiones: los fundamentos. La educación debe cumplir un rol fundamental. No basta con el sentido común.

De otro modo se produce la depauperación, es decir, el empobrecimiento del sistema... "que implica la existencia de un agente que lo produce, ya sea absoluto o relativo, material o cultural, siendo este último fundamentalmente un efecto del primero". Conf. Dicc.Consultor Político. Librograf Editora SRL , Julio César de la Vega, pág.78.

La democracia argentina debe mantener su salud día a día, a ello se contribuye con manifestaciones de la voluntad no viciadas y en base al conocimiento y la educación. Redundará en dotarla de sustancia y contenido.

Recientemente uno de los poderes del Estado, el Congreso de la Nación, se ha pronunciado en contra de la (popular) resolución ministerial 125. Es así que debemos reconocer más allá de cualquier interpretación que han funcionado después de años las instituciones en la forma debida. Habrá de transcurrir el tiempo para saber quién tuvo razón.

El resultado de la votación nominal en el Senado de la Nación permite (al menos para algunos) pensar que el Congreso recuperó su rol fundamental. El Poder Legislativo dicta leyes. La ley es toda norma general y abstracta. Es de carácter abstracta porque se refiere a la mayoría de los casos y en general porque rige para todos los habitantes. Asimismo, es obligatoria para todos sin distinción.

La República Argentina ha ingresado en una nueva etapa. Si las políticas del gobierno se afirman por el camino trazado y la acción "del campo" se manifiesta firmemente en un acompañamiento, puede esperarse un rápido avance; de lo contrario, se habrá perdido una nueva oportunidad. Debemos ser patriotas por encima de las coyunturas y situaciones individuales.

Daniel Gustavo Zornitta, DNI 18.370.228

Abogado

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