Hola, luego de muchos años de no haber pasado por Argentina, vivo en Alemania, estuve este mes de marzo en Neuquén -de vacaciones-y quedé asombrado por la forma de conducir allí. Un accidente no se debe sólo a la niebla, simplemente a la mala forma de conducir, la mala iluminación de los vehículos, el encandilamiento en las rutas, vi contenedores simplemente sueltos sobre algunos camiones,etc. La revisación técnica... ¿un chiste? En los 7.000 km que viajé por Argentina, más de una vez no choqué de frente por estar atento a lo que haría el que venía de frente, por tratar de no viajar de noche, ya que a veces no sabía si el vehículo iba o venía, con luces blancas en la parte posterior y hasta rojas en el frente.

¿Se recibe algún premio allí al correr a los peatones, con el auto? Los primeros días tenía la sensación de que todos me querían atropellar, ¿pasear?,¿cruzar en pasos de cebra?, sin mirar, ¡imposible! La Ruta 22 que atraviesa Neuquén, ¡una locura!

Transitar con luces bajas encendidas, dicen los carteles. La policía detrás mío, ¿luces? negativo.Un autoescuela, ¿luces? no, el futuro conductor ni se acordará cuando tenga el carnet si no se lo enseñaron de un comienzo.

He visto cómo se hace la licencia de conducir allí, y es ahí donde comienza todo... ya que un video sobre accidentes de más de 3/4 de hora no reemplaza horas de manejo, práctica, una y otra vez.

Cada uno aprende cómo puede y si el que le enseña comete errores, el que aprende los comete también, ¡una cadena sin fin! Un país como Alemania estaría parado si fuese por la niebla (como me tocó a mí por los pastizales en Zárate, Rosario), ya que también tenemos nieve y hielo en las calles. Puede ser que se deban cortar puentes, porque la imprudencia de la gente es asombrosa.Uno puede circula a 10 por hora si es necesario y ¡así lo hacemos!

No importa cuales sean las multas, mientras que no cambie el aprendizaje en Argentina, seguirán sucediendo accidentes, que por suerte algunos no tienen víctimas. Me fui con rabia porque realmente la gente es maravillosa, amable, dispuesta a darle ayuda a cualquiera, pero no es esto lo que se merece.

Eduardo Papesch

cédula alemana Nº: 5.528. 320.618

Versmold, Alemania