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"También somos veteranos de guerra"

Señores representantes del pueblo (nacionales, provinciales y municipales), su misión es impulsar las normas legales que mejoren la calidad de vida de quienes los colocaron con el voto en el puesto electivo que hoy ocupan, aunque personalmente no estén de acuerdo con el pedido debidamente justificado que les haga un ciudadano.

Quien escribe estas líneas padece una incapacidad laborativa definitiva del 80% por heridas graves sufridas que determinaron la amputación de parte de mi pierna izquierda, lo que me llevó a mi estado actual: con secuelas y equipado con prótesis, pero afortunadamente pude continuar con vida. Otros no tuvieron esta suerte.

Este hecho grave, que no fue el único, ocurrió en el año 1978/79 en medio de campos minados en el frente de combate en el límite con Chile, en la cordillera de los Andes, en uno de los teatros de operaciones militares creado por decreto por el gobierno nacional (Junta Militar), que nos envió a la guerra en defensa de la soberanía por el conflicto bélico por el canal de Beagle.

Este conflicto armado convocó y movilizó a muchos combatientes de todo el país hacia la frontera neuquina, porque era la de fácil acceso para el enemigo chileno y teníamos que proteger de una invasión a nuestro territorio. Lamentablemente estos hechos de guerra pasaron al olvido por lo ocurrido años después en Malvinas. Aunque ambos carecieron de declaración de guerra, tuvimos que lamentar vidas humanas en los dos conflictos y muchas secuelas.

Los señores legisladores deberían considerar que todos los combatientes que estuvimos en los teatros de operaciones por el Beagle o Malvinas somos veteranos de guerra porque, aunque algunos no volvimos muertos y envueltos en nuestra bandera, igual fuimos decididos a ofrendar la vida por nuestro patrimonio nacional; por eso quedé lisiado.

Cada Estado dentro del país tiene la autonomía suficiente, determinada por sus respectivas leyes, para otorgarnos el reconocimiento indiscutido de veteranos de guerra en forma similar para ambos conflictos bélicos, sin esperar que un poder superior los autorice, porque ha habido muchos municipios que reconocieron a sus excombatientes mucho antes de que lo hiciera el Estado nacional o alguna provincia.

Los proyectos en estudio no deberían generar en nuestros diputados y concejales opiniones diferentes a lo ya establecido en normas legales vigentes, que favorecen a veteranos de guerra de Malvinas, porque se entraría en una situación de exclusión y discriminación afectando a quienes también estuvimos en el frente de combate en la provincia de Neuquén, a ojos vista del enemigo chileno. En mi caso y otros faltó poco para que volviéramos en uno de los tantos ataúdes que llevaron con nosotros, demostrando el Estado nacional que en este conflicto armado se esperaba contar con muchos muertos propios y esa situación la percibimos en ese momento, generándose trastornos psicológicos que sólo se padecen estando a pocos metros del enemigo en el inminente inicio del combate que se vivió y que la población desconoce.

Esperamos con urgencia el reconocimiento que merecemos.

 

César Valdez,

DNI 11.197.165

Neuquén



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